La mujer expuso en la comisaría de Candelaria que el utilitario estaba en manos de su exyerno con las documentaciones correspondientes y debía venderlo, pero que éste le negaba poder concretar la transacción porque los papeles no coincidían en numeración con los registros en chasis y motor.
Finalmente el transporte fue recuperado, aunque quien lo poseía aseguró haberlo adquirido de buena fe.