Desde EMSA anunciaron que ya cuentan con los materiales para acometer la electrificación rural en la Picada Guaraní, según informó el delegado de la prestataria en San Vicente, el ingeniero Claudio Kusuk, al defensor del Pueblo local, Irrito Benítez.
Además, le aseguró que de inmediato comenzaría la obra que habían prometido en enero pasado a los vecinos.
Benítez fue uno de los que se hizo eco del reclamo de las alrededor de 30 familias que viven a unos cinco kilómetros de la ruta nacional 14 y quedaron afuera de la cobertura del tendido eléctrico.
La promesa de los directivos de EMSA hace cinco años, cuando dotaron del servicio a parte de la zona, fue que iban a volver para seguir con la obra, pero ésta quedó trunca. Cuatro años esperaron los vecinos hasta que, cansados, comenzaron a reclamar a fines de 2017.
Es que, para colmo, el año pasado comenzó a funcionar en el lugar un aula satélite de la Escuela 350 “Cacique Fracrán” para los chicos de la picada y se necesitaba la energía eléctrica para poder funcionar.
En enero de este año, tras varias protestas de los pobladores y la amenaza de salir a cortar la ruta, directivos de EMSA pidieron tiempo hasta marzo para comenzar la obra.
Finalmente, la semana pasada (apenas 24 horas antes de una asamblea a la que los vecinos se habían autoconvocado para definir medidas” llegaron los materiales necesarios para comenzar a trabajar en los 2.000 metros de tendido por un lado y 1.500 por el otro para “cerrar” el anillo con la luz eléctrica.