Como ocurre con cada lluvia fuerte, unas 40 familias que habitan entre la avenida Lavalle y la calle Gómez Portinho, en inmediaciones de la Urquiza, vivieron horas de angustia este jueves a partir del mediodía, cuando el agua comenzó a entrar en sus casas a raudales.
La causa es el “encajonamiento” de dos arroyos que cruzan dos manzanas del barrio Patotí (uno llamado como el tradicional asentamiento y otro de nombre San Martín) y que no encuentran otra vía de escape que las viviendas establecidas en los terrenos más bajos de la zona.
La situación ya había sido alertada por los vecinos en noviembre del año pasado, pero no hubo soluciones y, ante la nueva inundación, la medida de fuerza se repitió este jueves por la tarde.
Bajo la lluvia, bloquearon el tránsito vehicular sobre la Urquiza y también sobre la Lavalle.
Las áreas de protección civil, tanto municipal como provincial, se acercaron al lugar y se comprometieron a elevar su reclamo a las autoridades competentes.