La familia de la víctima se mostró conforme con lo actuado, pero sostiene que no van a dejar de reclamar hasta que juzguen al sospechoso de provocarle el estado de coma durante una semana y generarle a Alejandro (31) un cuadro de epilepsia tras la agresión.
Este Diario dialogó con la hermana de la víctima, quien confirmó que tras la denuncia siguieron recibiendo amenazas y tuvieron que pedir una orden de restricción para protegerse.
El hecho
En una vivienda ubicada sobre la calle El Triunfo casi avenida Urquiza en la chacra 181, reside el agredido con su madre, una mujer mayor.
El problema se había suscitado con una familia vecina, donde prácticamente a cualquier hora, según señalaron, llegaba gente con problemas de adicciones y provocaba ruidos molestos. Incluso, los visitantes orinaban alrededor y acrecentaban los roces de convivencia.
Este autor, habría sido el ahora detenido, quien el 2 de diciembre pasado fue señalado como el responsable de arrojar un ladrillo a la cabeza de la víctima, provocándole convulsiones y dejándolo tendido frente a la casa.
Ante la demora de la ambulancia, lo trasladaron en la camioneta de un vecino al Hospital Favaloro de Villa Cabello y luego fue derivado al Madariaga por la gravísima complejidad.
Estuvo inconsciente por una semana y fue asistido con respirador artificial. Tras ser dado de alta le informaron que quedó con secuelas, un cuadro de epilepsia.
A los pocos días del hecho habían presentado la denuncia contra el sospechoso, con nombres, datos y testigos.
La hermana se mantiene en el anonimato por temor a represalias contra su familia, aunque principalmente contra Alejandro. Pero decidió relatarle a PRIMERA EDICIÓN que desde que la víctima salió del hospital, trata de pasar la mayor parte del tiempo tomando aire en frente de la casa, dado que no tienen patio trasero en la chacra 181.
Si bien mermaron las molestias y la presencia de consumidores de droga alrededor, los que pasaban por el lugar continúan amenazándolo. Le decían que “nunca iban a atrapar al que habían denunciado”. Y menos al buscado, pariente directo de uno de los integrantes de la familia señalada.
“Esta semana tuvimos una audiencia en el Juzgado, ampliamos la denuncia y pedimos una orden de restricción para mi mamá y para mi hermano”, afirmó la hermana.
“Ahora que lo detuvieron esperamos que declare quién fue el que lo mandó a agredir a mi hermano”, subrayó.
Sobre el hecho que derivó en el ataque, comentó que en un momento los vecinos llegaron a decirle a su madre y a su hermano que si no les gustaba que se fueran del barrio. “Ella (la madre) es una persona grande que hace cuarenta años vive ahí. Nunca tuvo problemas con nadie. Esto no puede ser así”.
Remarcó que los medicamentos que le recetan a su hermano cuestan entre 1.500 y 3.000 pesos y se les hace muy difícil costearlos. “Esperamos que se recupere porque él era el sostén de mi madre y ahora es mi madre la que lo cuida”, indicó.
Por otra parte, señaló que falta que el testigo que ya declaró en la comisaría lo haga en sede judicial, Juzgado de Instrucción 6.
“Esperamos que los vecinos se involucren y entiendan que a ellos también les puede pasar y que no deben esperar que toquen a alguien de su familia para reaccionar”.
Decididos a ir hasta el final por lo que sufrieron advirtió: “Hacemos responsable a esta familia de lo que le suceda a mi hermano y a mi madre. No tenemos miedo y no vamos a parar hasta que se haga justicia”.
La detención
Tal como publicó este Diario, en inmediaciones del barrio Costa Porá, efectivos de la Dirección Homicidios de la Policía detuvieron al joven de 27 años, que estaba imputado de “lesiones gravísimas” debido al hecho ocurrido en la chacra 181. Fue apresado tras una investigación que permitió interceptar un Volkswagen Voyage en el cruce de las calles 129 casi 38.
El conductor del vehículo se dio a la fuga en tanto que su acompañante fue reducido e identificado como prófugo. Al momento de su detención dentro del automóvil se encontró un cuchillo de grandes dimensiones. Además de una motoguadaña, una moladora, un órgano musical y un asiento para bebé, elementos presuntamente mal habidos.
