El joven Matías Motta (25), oriundo de Oberá, logró en las últimas semanas algo poco frecuente: poner a Misiones y a la Capital del Monte en los primeros planos de la información por un hecho positivo.
Es que este licenciado en Paleontología y explorador de la sociedad National Geographic encabezó una expedición a un afloramiento en Río Negro junto a un equipo del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, de la Capital Federal, que encontró allí restos fósiles de dinosaurios carnívoros en una gran variedad de formas, entre los que se destacan una especie hasta ahora desconocida de dinosaurio chico y otra grande, de unos doce metros de largo.
Ambas están en estudio, aunque el obereño ya explicó algunas características a través de una publicación en la propia revista de la National Geographic.
“Es emocionante”
El joven afirmó que desde su ingreso a la carrera colaboró con el Museo donde actualmente cursa el doctorado. “Ya estuve en La Rioja y en la Patagonia, Río Negro y Santa Cruz, lo que me permitió tener un acercamiento con la profesión aún antes de recibirme”.
Fósiles de otros ejemplares surgieron en el mismo afloramiento, entre ellos un cocodrilo y una nueva especie de tortuga que también están en estudio.
“Lugares inexplorados, difíciles, es donde estuvimos pero con buen resultado. Estamos pensando en volver a ir, el dinosaurio gigante que encontramos, denominado saurópodo, no pudimos traerlo por sus dimensiones, hay que volver con otra logística para trasladarlo, pero queremos volver”, relató Motta, quien explicó que “estamos financiados por el CONICET y ahora por National Geographic , que, a través de una beca, nos permitió investigar esta zona en un proyecto que presenté”.
“Encontrar un fósil o un dinosaurio de esta naturaleza es emocionante, ya superé mis expectativas que tenía como estudiante. Es un mundo aparte que cada vez abre nuevos interrogantes de lo que se sabe y lo que aún desconocemos”, subrayó.
Paralelamente, su incursión en el nuevo canal Nat Geo Kids y el programa “Opa popa dupa” tiene que ver con hacer entender su trabajo a los chicos que -como él hacía- sueñan con dinosaurios. “Me gustaría ser docente a futuro, por ahora no, pero enseñar a chicos, hablar de lo que sé, es devolver a la gente lo que la Universidad me dio”, subrayó.
“Podíamos imaginarlo”
A la distancia, sus padres, Jorge Motta y Marta Wieremiey, celebran el presente de su hijo: “Para nosotros resulta una mezcla de sensaciones hermosas: orgullo, alegría y especialmente la satisfacción de que hemos alcanzado la meta, el objetivo propuesto. Nosotros acompañamos permanentemente a nuestros hijos en sus estudios y deseos y eso provoca que, cuando ellos tienen algún logro, lo sentimos como propio”, confiaron a PRIMERA EDICIÓN.
“Matías, desde muy chiquito, se mostró apasionado por las plantitas, los animalitos y en especial los dinos. Siempre recordamos su insistencia por la revista de NatGeo o ver que sus canales favoritos eran Discovery o National Geographic muchos programas relacionados con la naturaleza, los animales, la exploración; así que era seguro que iba a seguir estos objetivos. Podíamos imaginar este presente de Matías debido a la pasión -a veces casi una obsesión- que siempre le dedicó a sus estudios y a su trabajo”, reflexionaron.