Un habitual control de ruta de la Policía de Misiones, el cual tiene como finalidad velar por la seguridad y prevenir delitos, descubrió esta vez a empleados infieles que robaban pescado. La damnificada resultó una conocida firma yerbatera, la cual en los últimos años diversificó su producción hacia la piscicultura.
La historia comenzó semanas atrás cuando el gerente de la empresa comenzó a notar que había mermado la venta de pescado. Más allá de la coyuntura económica actual, el responsable sospechó que algo raro había detrás de ello. Por tal motivo comenzó a averiguar entre sus clientes qué pasaba que le compraban menos o directamente habían dejado de adquirir el producto. La respuesta lo dejó sorprendido e indignado.
Las compras de pescados continuaban de forma normal a la vista de los dueños de los comercios y hasta inclusive estaban contentos porque les salía más barato que antes. Por si eso fuera poco, “sin códigos” como se dice en la jerga callejera, los empleados hacían las transacciones en el mismo camión de la empresa.
Sin pausa, el hombre se presentó en la comisaría a realizar una denuncia. Aún no tenía pruebas, pero de eso se iba encargar la Brigada de Investigaciones de la UR-VII, cuyos efectivos comenzaron a cristalizar las sospechas.
Fue así que en la tarde del viernes, a través de un llamado telefónico, el gerente avisó a los investigadores que el camión y los empleados se encontraban en el Campo San Antonio situado en la ruta nacional 105, sobre el kilómetro 14, en Garupá, donde el personal habitualmente “cosecha” el pescado.
Los efectivos apostados en el cruce de San José estuvieron alertas al arribo de la unidad, la cual llegó aproximadamente a las 15.20. En la misma iban el chofer de 46 años y otros cinco empleados de entre 41 y 30 años. Les pidieron que bajaran y en medio de las consultas habituales, les exigieron que mostraran lo que llevaban. Si bien se mostraron sorprendidos, no les quedó otra que hacerlo.
Entre las pertenencias de cuatro de ellos hallaron 21 ejemplares de pacú que en total pesaban 45 kilos y bolsas con 17 kilos de alimentos para peces, los cuales seguramente también iban a vender a sus clientes habituales.
El hecho fue informado al Juzgado de Instrucción 1, a cargo de Marcelo Cardozo, quien dispuso que la mercadería fuera incautada y se detuviera a todos los ocupantes del camión, para posteriormente analizar las responsabilidades de cada uno.
Aunque interpusieron excusas de todo tipo, en línea con la investigación que se llevaba adelante, los sujetos fueron trasladados a la comisaría de San José, donde permanecen alojados.