La situación recrudeció en las últimas horas de 2018, más precisamente el domingo, después de que buena parte de la comunidad iguazuense sufriera la falta o escasez de agua potable durante todo el fin de semana.
El ente encargado del suministro de agua potable emitió en su momento un comunicado donde explicaba que los problemas se deben a la baja tensión que se registra en la planta, lo que motivó que uno de los protectores haya salido de servicio y por lo tanto la producción se redujo un 30%.
Incluso la secretaria de Gobierno municipal, Marcela González, hizo una publicación en Facebook donde deslindaba a la Comuna de la problemática y le pedía al responsable local del IMAS, Roberto Pereyra, que “dé un paso al costado si el cargo le queda grande”.
Tres días después (y tras no menos de cinco sin normal provisión de vital líquido), la solución aún no llegó a muchos barrios y los vecinos expresan este miércoles su bronca ante la sede del organismo.
Según informaron a través de la emisora local Radio Yguazú, desde el IMAS aseguraron que se puso en marcha un equipo back up y en las próximas horas esperan que se normalice el servicio.