Actualmente es un término muy utilizado y es importante establecer que la capacidad de una persona en ser resiliente se desarrolla de acuerdo a las experiencias vividas desde la niñez. Destaca que los niños establecen con sus cuidadores una relación muy estrecha a la cual denominó apego entonces, si los niños tienen un apego seguro, en tanto tengan la seguridad que hay alguien que lo protegerá o lo cuidará si le sucede algo, será un niño (y futuro adulto) que desarrollará mejor su capacidad de resiliencia, teniendo más confianza en sí mismo.
Las personas resilientes tienen ciertas cualidades como autoconocimiento y autoestima: son personas que saben detectar sus fortalezas y debilidades para desempeñarse mejor en su vida, resolviendo así las situaciones conflictivas de una manera más efectiva; empatía: es la capacidad de ponernos en el lugar del otro aun cuando estamos enojados con esa persona, diferenciando así las emociones de los actos; autonomía: ser independiente y tener la convicción de que las acciones de uno pueden influir y mejorar las cosas que suceden a nuestro alrededor; afrontamiento de la adversidad: ser capaces de reírnos de las situaciones negativas y encontrar en ellas algo positivo es sumamente importante. Esto no significa que la persona resiliente sea el payaso que anime la fiesta cuando todos están tristes sino que es alguien que puede poner una sonrisa en medio de tantas lágrimas; optimismo: las personas resilientes tienen la capacidad para vivir el aquí y ahora, sin angustiarse o preocuparse por lo que vaya a pasar después, siendo el futuro algo que los espera con cosas positivas; flexibilidad y expectativa: las personas resilientes tiene siempre una meta en la vida, que no significa que sea algo magnífico sino un objetivo a lograr, son personas que luchan por esto y que, si se dan cuenta que lograr esa meta no tendrá sentido, tienen la capacidad de cambiarla por otra; sociabilidad: las personas resilientes son sociables, cuidan y fortalecen los lazos de amistad.
Todos en algún momento de la vida estamos expuestos a situaciones dolorosas: fallecimiento de un familiar, situaciones de abuso, pobreza, crisis de pareja, estados de salud complicados, pérdidas de trabajo, fracasos en diferentes ámbitos, etc. Las personas resilientes, ven cada una de estas situaciones como una oportunidad de crecimiento que los lleva a generar cambios positivos en sus vidas y esta forma de ver la realidad es lo que las hace diferentes.