El municipio de Fachinal cuenta con dos intendentes: José Aguirre quien fue electo por los votos de la gente pero luego destituido y suspendido por el Concejo Deliberante; y Miguel Ángel Benítez, puesto en funciones por los concejales luego de la destitución de Aguirre.
Ninguno de los dos da el brazo a torcer y será la justicia la que deba resolver a quién le corresponde comandar las riendas del pequeño pueblo del sur de Misiones.
Aguirre señaló ayer a PRIMERA EDICIÓN que “la decisión que tomaron los concejales (su destitución) es la primera instancia. Yo apelé al Superior Tribunal de Justicia y voy a seguir en mi cargo hasta que la justicia resuelva. Si me dicen que debo apartarme voy a ser el primero en correrme al costado porque no voy a desobedecer. Pero mientras no tenga el fallo de la justicia voy a seguir trabajando normalmente porque soy responsable de la institucionalidad y de los bienes materiales del municipio”.
Por su parte, el presidente del Concejo Deliberante, Arturo Kauffman, sostuvo que “Aguirre ya no es intendente porque fue destituido y fue suspendido por el Concejo Deliberante, no debería estar en la municipalidad, hemos realizado una comisión investigadora y hemos encontrado muchísimas irregularidades por eso fue destituido”.
En tanto, Miguel Benítez, quien fue designado por los concejales, sostuvo que “hicimos todos los pasos legales como corresponde. Estamos en una guardia pasiva y el tema ya quedó en manos de la justicia”.
La del jueves fue la segunda destitución del polémico intendente de Fachinal, que tiene numerosas causas abiertas por ocupar un predio público, por un enfrentamiento con docentes y por tener todos los balances desaprobados por el Tribunal de Cuentas desde 2014 en adelante.
En la primera ocasión, también apeló su destitución al STJ y la resolución judicial demoró tanto que Aguirre volvió a ganar las elecciones de 2015 y el tema fue considerado “abstracto” porque los jueces no podían fallar acerca de un mandato que ya había terminado.
Los concejales ahora temen que ocurra lo mismo y que la Justicia demore tanto que no puedan sacar al destituido intendente de su sillón.
Ayer hubo un pequeño grupo de vecinos frente a la Municipalidad, acompañando a los concejales y pidiendo el apartamiento de Aguirre del cargo.
Sin embargo, el intendente se mostró tranquilo y dijo estar “amparado por el artículo 144 de la ley de Municipalidades XV – Nº 5”.
Este artículo señala textualmente que: “Declarada la sanción al Intendente, la misma sólo se hará efectiva una vez que fuera confirmada por el Superior Tribunal de Justicia o vencido el plazo para plantear el conflicto de poderes o apelación pertinente”. Aguirre se aferra a este artículo que le da una segunda oportunidad en la justicia.
Desde la provincia prefieren no meterse en el problema político y esperan que la justicia sea la que resuelva.
El subsecretario de Municipalidades, Mario Lindemann, indicó ayer a este Diario que “las dos partes actuaron bien. El Concejo Deliberante ha cumplido con todos los pasos correctos para una destitución. Por otra parte, el intendente también apeló en forma correcta a la justicia, ahora deberá ser el STJ quien tome la decisión del asunto”.
“No hay nada que la provincia pueda hacer antes de conocer la decisión de la justicia. Los concejales deben esperar ese fallo y recién después actuar. El intendente Aguirre todavía está en funciones hasta que la justicia lo determine”, agregó.
Por otra parte, descartó cualquier posibilidad de intervención de la Provincia en el Municipio y mucho menos el llamado a nuevas elecciones.
“Recién después que la justicia resuelva, nosotros tomaremos una decisión al respecto”, explicó.
Por último, Lindemann dio a entender que debido “al temor que hay por el antecedente de la destitución anterior” seguramente el Superior Tribunal no se tomará tanto tiempo para zanjar las diferencias y declarar a uno de los dos como el único intendente del municipio.