Avanzaron sobre un predio abandonado hartos de vivir en el hacinamiento

POSADAS. Desde el domingo último la chacra 96 se encuentra convulsionada. Unas veinte familias, todas del barrio, tomaron la decisión de mudarse de las viviendas en las que residían -en situación de hacinamiento en los pasillos internos- para avanzar sobre un terreno que los chicos del barrio solían usar como canchita de fútbol, pero que se encontraba abandonada. La situación causó un inmediato rechazo de parte de la presidenta de la comisión barrial, quien, según relatos de los ocupantes, “nos amenazó con mandarnos la Gendarmería para echarnos; pero que los mande nomás porque nosotros nos vamos a quedar hasta las últimas consecuencias, ya que no tenemos a donde ir”, refirió a PRIMERA EDICIÓN, Gisela Gómez (21), la desesperada madre de dos niños pequeños.Hasta ayer a la tarde la tensión era absoluta en el barrio, donde parecía inminente que se intentara cumplir con una supuesta orden de desalojo, porque “ocuparon el espacio verde del barrio”. “La mayoría somos madres solas, que no tenemos a donde ir con nuestros niños. Siempre vivimos en este barrio, en los pasillos, todos amontonados, donde nos inundábamos a cada rato por un arroyito que atraviesa el barrio, por eso vinimos a ocupar este terreno que estaba vacío”, describió la mujer.“Estamos en una situación económica en la que no nos podemos permitir alquilar una casa. En el barrio corrió la voz de que iban a repartir con gente de afuera el terreno de la canchita, por eso nos vinimos a meter”, prosiguió. “Muchos años vivimos en el charco, pero ya nos damos más”, dijo Gómez y explicó que hace un tiempo se había hecho un relevamiento socioeconómico para determinar en qué situación se encuentran las familias más desamparadas, a fin de  distribuir las parcelas que todavía se encuentran disponibles en la chacra, cosa que nunca ocurrió.“Nos quieren desalojar diciendo que esta es la cancha del barrio, pero hace añares que no se usa, es un pastizal que está lleno de víboras y otros bichos. Nos pusimos a limpiar, y entramos porque no tenemos a donde ir”, insistió.