Un grupo de ocho alumnas de la cátedra “Proyectos de investigación e intervención socio-comunitaria” de la carrera de Biología del Instituto Hernando Arias de Saavedra con sede en Oberá llevó a cabo un pormenorizado estudio de la arboleda pública presente en la vía pública local, tomando como muestra once plazoletas con sus correspondientes veredas laterales.
Además, elaboraron un catálogo informativo con todos los datos de la investigación y lo entregaron al Municipio. Confían en que el trabajo, pionero en su género, serviría de base para la planificación arbórea de la comuna.
“Es un estudio único. Partió de un plan integral que quiere comenzar a hacer la Municipalidad para el manejo del arbolado público. Debe ser coordinando con varios sectores como ser viveros, desarrollo urbano, entre otros para planificar la tarea, para lograr algo sistematizado y pensado”, explicó a PRIMERA EDICIÓN la titular de la cátedra, la bióloga y magister en Gestión Ambiental, Viviana Tartarini.
La Municipalidad tenía intención de hacerlo (este catálogo), participé en una reunión donde se abordó el tema. Se me ocurrió trabajarlos con los grupos de trabajo que tenemos en la cátedra y salió el trabajo del que estoy muy orgullosa”.
El proyecto, pensado en beneficio de la comunidad, llevó varios meses de dedicación a las futuras técnicas en Gestión Ambiental. “Tuvimos una reunión con el arquitecto (Fabian) Kunz que está en Desarrollo Urbano (es el director de dicha área municipal) para que las chicas sepan qué características de cada especie debían tener en cuenta”.
“Como son pioneras en este trabajo, esperemos que tenga continuidad. Fue un trabajo muy grande, desde abril estuvieron dedicadas sobre un total de once plazoletas, desde la que está frente a la Catedral por avenida Sarmiento hasta la Plazoleta Malvinas, frente al barrio Krause, con sus veredas de derecha e izquierda”.
“Censaron 480 ejemplares entre árboles y arbustos, tomando diámetro, altura, copa que genera cada árbol, para determinar el servicio ambiental de cada árbol. También el estado fitosanitario, es decir, si estaban cortados, podridos, qué daño generan sobre la infraestructura”, enumeró.
Además, “a cada árbol le pusieron un punto GPS, para saber la localización exacta, y tomaron fotos de cada ejemplar. Todo los datos y fotos están en un catálogo completo que hicieron para entregar a la Municipalidad” detalló la docente.
Conciencia ambiental
Sobre alcances significativos que surgen del análisis, la bióloga comentó que en general los árboles y arbustos están en buen estado, la mayoría no son nativos y son pocos los faltantes.
“Resultó que la mayoría está en buen estado. Faltantes se da en función a la legislación existente, que establece cada cuántos metros debe plantarse un árbol en veredas. Así que las chicas marcaron dónde faltan o están cortados, por lo que deben ser remplazados”.
“La vereda del barrio Krause es la más despoblada y también las que están en conflicto con cables, entre otras problemáticas”, especificó.
Viviana Tartarini insistió en la necesidad de contemplar los árboles nativos como parte de la identidad misionera. “Me gustaría que sea un incentivo para tener en cuenta árboles nativos para reforestación dentro de las ciudades. El estudio encontró qué las especies que más abundan son jacarandá, que es exótica, el ligustro. Muy pocos árboles nativos”, lamentó.
La idea es generar una reforestación fomentando uso de plantas nativas, que no sólo embellecen sino que también generan refugio para las aves autóctonas, por ejemplo, lo que le daría a la ciudad otro atractivo”.
“El trabajo contiene mucha información, ideal para tener en cuenta a la hora de ser necesario un remplazo o plantar en espacios que faltan. Se trata de pensar de otra manera el arbolado público, integrado a los que somos: selva misionera”, subrayó.