Luego de sufrir anegamientos durante años, los vecinos de las chacras 244 y 245 encontraron las esperanzas de tener una vivienda digna cuando el IPRODHA se comprometió a relocalizarlos. Esto sucedió luego de que las últimas grandes lluvias en la ciudad capitalina barrieran con las viviendas ubicadas en cercanías del arroyo La Chancha, donde más de 10 familias perdieron todo.
Como ya adelantó PRIMERA EDICIÓN, la reubicación de los vecinos se organizaría por tandas y comenzarían por unas seis familias que se trasladarán al barrio Giovinazzo. Tres hogares serían entregados la próxima semana y el resto espera mudarse antes de las fiestas. Los otros hogares aún no tienen noticias sobre dónde serán relocalizados o cuándo.
“Son tres familias las que se van este lunes y después durante el miércoles o jueves quizás salgan las otras tres, para completar así los primeros seis relocalizados que se van al barrio Giovinazzo, al costado del Autódromo de Posadas”, contó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN Soledad Armoa, vecina de la chacra 244 y una de las personas que espera con ansias su nuevo hogar.
Sin embargo, surge el inconveniente con las restantes familias, quienes aún esperan tener novedades sobre sus nuevos hogares y temen no poder ubicar a los niños en edad escolar en los establecimientos educativos.
“Ahora nos dijeron que probablemente nos vamos a mudar para mayo pero no sé cómo vamos a hacer porque tenemos muchos chicos que van a la escuela y no los podemos cambiar de colegio a las apuradas ni estar gastando dinero en doble inscripción. Los que tienen más de un chico no sé cómo harán, porque en las escuelas públicas te dicen que no es obligatorio el pago pero después todo el tiempo te están diciendo que paguen”, protestó.
Debido a esta preocupación, “lo llamamos al Defensor del Pueblo , quien estuvo el viernes en el barrio. Él nos aseguró que en el acta figura que en marzo tenemos que salir de acá”, añadió. Respecto al compromiso que asumió el IPRODHA, Armoa indicó que “en el informe consta que éramos 35 familias las afectadas. Primero tienen que salir los que estaban al borde del arroyo y eso lo aceptamos, porque primero se llevan un poco y luego otro poco”.
Este grupo de relocalizados está conformado por familias numerosas con chicos en edad escolar quienes, de acuerdo a los vecinos, figuran en los registros hechos por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional. “Antes del acta nos pidieron que entreguemos todas las constancias de alumno regular para contabilizar cuántos chicos iban a la escuela en el nuevo barrio. Acá habíamos contado entre 50 a 60 chicos que van a la escuela”, aseguró.
Soledad Armoa además detalló que “veremos qué pasa el lunes, cuando el Defensor acerque el acta que se realizó en el barrio donde consta nuestra preocupación por la escuela para los chicos y que no nos abandonen. Quizás luego salga una reunión con la gente de IPRODHA”