Este domingo el histórico barrio de Miguel Lanús cumplió 114 años de vida y fue celebrado ayer por la Asociación Civil Tres Fronteras y la Escuela 269 “Nuestra Señora de la Asunción de Itapúa”, ubicada sobre la avenida presidente Juan D. Perón.
En el acto, el cual se realizó en la escuela 269, estuvo presente Gloria Beatriz Torres, bisnieta de Leopoldo Víctor Lanús, fundador de dicho asentamiento.
En la ocasión se distinguieron a antiguos vecinos de Miguel Lanús como ser: Auringola Torrez Vázquez; Victorino Pedro Villafañe; Zulema Guerrico; María Verónica Brítez, viuda de Gutiérrez y Ercilio Mbombaj, entre otros.
Además, se donaron tres libros históricos (de las autoras: Fabiana Cantero, Olga Pedotti y Teresa Warenycia) para la biblioteca de la Escuela y los alumnos del establecimiento presentaron trabajos relacionados con un nuevo aniversario del barrio.
También en la ocasión se dio a conocer un acontecimiento que tuvo lugar en la década del 80 cuando la docente Zulema Guerrico de Villafañe impuso los nombres de las calles del barrio, bajo la temática del conflicto de las Islas Malvinas en 1982. Así años más tarde se cristalizaría dicho impulso y hoy varias calles de Villa Lanús abordan dicha temática como ser: (Soldado Argentino, Roberto Estévez, Cabo Primero Cuenca, Capitán Giachino, 10 de Junio, Malvinas Argentinas, Isla Soledad, Puerto Argentino, Capitán Krause, Crucero General Belgrano, entre otras).
Más de cien años
Este barrio surgió en 1904, tras la llegada de Leopoldo Víctor Lanús a esta ciudad por sugerencia de su primo Juan José Lanusse. Éste lo impulsó a comprar 852 hectáreas en lo que era denominado Gran Villalonga o Paraje Rincón San Antonio, el cual luego tomaría el nombre de Villa Lanús.
En 1910 Leopoldo hace la mensura y dona seis hectáreas de su propiedad para la construcción de la estación del ferrocarril, para la cual solicita que lleve el nombre de su padre, Miguel Lanús. Así, años más tarde esta parte de la ciudad se conocería como Miguel Lanús.
Leopoldo construyó su casa y establecimiento en la Estancia “San Miguel”, en proximidades de lo que después fue la estación del Ferrocarril. Se casó con María Concepción Giúdice y tuvo cuatro hijos.
Además, este hacendado fue muy conocido no sólo por sus múltiples actividades, sino también por donar predios para una iglesia, la estación, la escuela, la plazas y un destacamento policial en la zona.