Alguna vez, viví cerca y cuando la nostalgia me recuerda a mi viejo vecindario voy a recorrerlo y a recordar otras épocas. Es lo que sucedió ahora, cuando anduve por allí luego de más de un lustro de no transitar sus calles, las que según he visto mucho han mejorado en relación a hace 15 o 20 años.
Entre otras obras, han tendido varios senderos asfaltados y colocaron una escalera que permite superar el marcado desnivel que existe entre la plaza y la avenida. Se la ve como de brazos abiertos, como para recibirnos con cierta comodidad y para que la disfruten sus vecinos.
Todo el barrio está más integrado a la ciudad y ya no queda tan lejos como antes. Hay varias líneas de colectivos que circulan por allí y es fácil llegar rápidamente al centro. La Terminal de Transferencia Quaranta del Sistema Integrado de Transporte está cerca y eso también le da otro dinamismo.
María Julieta Ríos
Posadas (Misiones)