La planta de tratamiento y clasificación de residuos, única en su tipo en la región, ya comenzó a dar sus frutos no sólo ecológicos, sino también económicos y de optimización de recursos.
Es que no se trata sólo de una apuesta al cuidado y a la preservación del medio ambiente, sino que también, a través de ella, se logra obtener dinero con la venta de desechos inorgánicos y los orgánicos se destinan a la producción de “lombricompuesto”, un fertilizante de excelencia que se obtiene a partir de la acción de la lombriz californiana, muy utilizado en la horticultura, la floricultura, la fruticultura y la agricultura.
El jefe del área de Saneamiento Ambiental de la Municipalidad de Montecarlo, Daniel Montero, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “esta planta de clasificación de residuos nació a partir de una cuestión netamente ambiental y dando respuesta a la necesidad de la comunidad, puesto que al tener un basural a cielo abierto, se decidió armar esta planta y de esa manera volver a dar una utilidad a los desechos”.
Así, hace poco más de un año, comenzó a trabajar la planta de tratamiento, ubicada a unos cinco kilómetros del casco urbano, en Línea Chica.
De momento, se destina allí el 50 por ciento de los residuos recolectados diariamente en la ciudad. El resto se traslada al relleno sanitario de Aguas Blancas, que también recibe residuos patológicos”, matizó el funcionario.
Primera venta de basura
Semanas atrás, la Comuna montecarlense concretó la primera comercialización de basura salida de esta planta, un hecho que “nos puso muy contentos y orgullosos. La venta se realizó a una empresa de Puerto Rico y fueron todos residuos sólidos como plásticos, cartón y aluminio, entre otros. Vendimos 30 toneladas de basura clasificada”, contó el responsable del área.
“Además, los representantes de dicha empresa visitaron la planta para ver de qué manera trabajamos y qué más teníamos en este proceso de clasificación de los desechos”, se congratuló Montero, quien comentó también que otras empresas de la región visitaron el lugar y se convirtieron en potenciales compradores de basura.
El circuito
Una vez en la planta, el tratamiento de la basura básicamente se realiza a través de una cinta donde se separa lo sólido por un lado y lo húmedo por otro, para luego pasar por distintos procesos de compactación y almacenamiento.
Por ahora trabajan con diez operarios en distintos turnos, ya que aún no se opera al máximo de capacidad. Uno de los motivos es que la basura aún no llega clasificada de manera óptima a dicho lugar.
Al respecto, Montero explicó que “nos facilitaría mucho más la tarea en la fábrica si logramos antes la clasificación domiciliaria. De igual manera, desde nuestra apertura a hoy cambió mucho cómo el habitante de Montecarlo deposita la basura. Esto se debe en parte a que realizamos charlas periódicas en las escuelas y en los barrios y el vecino respondió de muy buena manera a la solicitud de clasificar la basura”.
Una apuesta a futuro
Para aprovechar también los residuos orgánicos, con la fabricación de lombricompuesto, se levantará un vivero al lado de la actual planta de residuos, donde se plantarán, con este componente de calidad, árboles nativos y frutales.
Además, este abono natural, muy rico en nutrientes, se utilizará también en las plazas de la ciudad. Eso sí: el proceso hasta obtenerlo lleva varios meses.