Los seres humanos podemos hacer muy pocas cosas solos. Necesitamos construir redes colaborativas, redes fuertes, cuanto más fuertes los lazos entre las personas o empresas, más confianza y si más confianza, más abiertos estamos en afrontar los riesgos que preceden al crecimiento.
Hace un tiempo me encontraba pasando un momento muy difícil, debía tomar una decisión que, de hacerlo, cambiaría mi vida. Por aquella época, todavía viviendo en Buenos Aires compartía con un amigo entrañable, un almuerzo todos los jueves en una fábrica de pastas en la que había improvisado un pequeño restaurant.
Aproveché uno de esos gratos encuentros y platiqué con él sobre la disyuntiva en la que me encontraba, entre en detalles y la sobremesa se extendió más de lo acostumbrado. Al finalizar el almuerzo le dije que pasaría al toilet, cuando regresé la cuenta estaba pagada y sobre la mesa encontré una servilleta en la que mi amigo había escrito la frase: “Saltá y la red aparecerá”. Todo estaba claro.
Construimos redes que son invisibles a los ojos, necesitamos de esas redes y los que forman parte de ella nos necesitan. Nuestro éxitos personales, profesionales y empresariales están directamente relacionados con nuestra habilidad para construir vínculos poderosos.
Todos nos hemos relacionado con personas a las que percibimos sólo tomando de nosotros. Se acercan a nuestra vida a tomar. Da la sensación de que sólo se ven a sí mismas, no pueden equilibrar y se tornan tóxicas. Son las personas que no entienden que las relaciones deben ser de ida y vuelta. Las cuerdas que nos unen a esas personas pronto se secan y rompen.
Por otro lado, existen personas en nuestra red que siempre están dispuestas y que cuando no pueden ayudar muestran un auténtico pesar. Esas personas a las cuales no podemos decir que no porque sentimos que siempre nos han apoyado.
Aquí cabe la pregunta: ¿Qué tipo de persona sos vos? Los líderes, generalmente dan. Cuidado que no hablo de personas con autoridad, hablo de personas con liderazgo. Liderar, en resumidas cuentas, es cuidar de otro, y cuidamos a otro cuando damos, ya sea que demos nuestro tiempo, compartamos nuestros recursos o simplemente escuchemos y contengamos a otra persona. La esencia del liderazgo es dar.
Las personas con un éxito perdurable, juegan juegos grandes y se aseguran que no haya perdedores. Ésta es la base de la tan mentada “sustentabilidad” que nos es otra cosa que cuidar la productividad, de la misma manera que a las personas y al medio ambiente. Debemos construir proyectos de negocio y personales, sustentables y amigables.
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Jorge Kordi
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