Técnicos de la agencia de extensión del INTA en Monte Vera, Santa Fe, lograron convertir el descarte productivo de zanahorias en snacks saludables, nutritivos y sin gluten.
Estas características los vuelven aptos para celíacos. Además, trabajan en acuerdos con empresas alimenticias para que la colación pueda ser producida a escala y llegue a las góndolas.
Nora Aimaretti, especialista del Centro Operativo Experimental Ángel Gallardo que pertenece a la agencia de extensión del INTA en Monte Vera, destacó que el desarrollo de este snack elaborado a base del descarte comercial de zanahorias permite cumplir con dos aspectos fundamentales: de salud y productivo.
“Este desarrollo se fundamenta en la búsqueda de alternativas nutritivas, saludables y fáciles de consumir y es una propuesta de colación para personas de todas las edades y también para vegetarianos y celíacos”, aseguró Aimaretti, quien agregó: “Un alimento de estas características propicia el consumo de hortalizas ricas en fibras, vitaminas y minerales y revaloriza un descarte cuantitativamente muy importante en nuestra región”.
Cada año la Argentina produce entre 200.000 y 240.000 toneladas de zanahorias en una superficie que varía entre las 7.000 y 9.500 hectáreas.
Es sabido que de lo cosechado, entre el 10 y 35 % no cumple con los estándares comerciales y representa un descarte diario de entre 20 y 100 toneladas de la hortaliza que, si bien está en óptimo grado de desarrollo, frescura y madurez, presenta un tamaño y forma inadecuados para el mercado de consumo en fresco.