Dentro del desarrollo del “Plan Bambú Misiones”, el reconocido arquitecto Juan Carlos Kikue, se reunió con la doctora Silvana Cima, directora del plan, para compartir experiencias y programar trabajos en conjunto.
Para ello el Ministerio de Ecología junto a la secretaría de Agricultura Familiar tuvieron en cuenta la experiencia familiar y profesional de Kikue con el uso del bambú.
De allí se desprendió que fomentarán en conjunto el uso del bambú para los proyectos de construcción en la provincia, con la idea de darle mayor fuerza al producto en la consideración de los empresarios, arquitectos y constructores locales.
Dentro de la planificación se prevé construir una vivienda de madera reforestada, en cuanto a sus bases y paredes, que además tendrá su parte interna con accesorios hechos completamente con bambú.
Kikue es oriundo de Jardín América y fue premiado en sus inicios en el 2002 en Singapur como colaborador y maquetista del Estudio Bares de la Plata. Tiene amplia experiencia en industrias de montaje de plantas procesadoras de jugos, depósitos de acopio de tabaco, diseño de máquinas lavadoras de cítricos, viviendas y comercios. Además hace tiempo lucha para implementar al bambú dentro de la economía provincial, con varios proyectos que lleva en estudio hace más de 10 años.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el arquitecto Juan Carlos Kikue informó que se está trabajando “en un prototipo de vivienda en el cual se van a utilizar todos los accesorios hechos con bambú. Así se complementará la madera reforestada para levantar la vivienda con sus accesorios, como muebles, mesas, sillas, y utensilios, que serán todos de bambú”.
“Este es un proyecto integral sobre el cual ya tuvimos las primeras reuniones. Aún resta definir dónde presentaremos el prototipo, podría ser un lugar como la costanera de Posadas por la visibilidad que tiene para la gente”, agregó.
Al mismo tiempo remarcó: “Misiones tiene una importante cantidad de hectáreas forestadas con bambú. Es una materia prima que no requiere mayores mantenimientos. Una vez plantada se extiende por sí sola, además de destacarse por su resistencia y durabilidad, por eso da muchas posibilidades de uso arquitectónico”.
En relación a esto cabe destacar que el bambú fue bautizado como “el acero vegetal”, ya que con sus cañas tratadas se pueden construir enormes obras arquitectónicas por su gran resistencia a la compresión, tracción y su bajo peso específico. Es una alternativa al hierro de construcción hasta para el hormigón armado, con inmejorables resultados anti sísmicos.
Sus fibras larguísimas y paralelas son ideales para laminados con los que se fabrican placas, vigas, columnas, travesaños y productos como pisos, machimbrados, tableros, revestimientos y tejas.
Es un recurso innovador para arquitectos, ingenieros y constructores porque es una alternativa para el diseño de edificios ecológicos y eficientes pero también es una opción de bajo costo.
Además, desde el “Plan Bambú Misiones” valoraron que el material en cuestión se puede cultivar en pequeña escala sobre áreas productivas. Al mismo tiempo resaltaron que la planificación no permite que su cultivo reemplace al monte nativo existente y no implica grandes inversiones.
También aseguraron que genera demanda laboral en todos los niveles técnicos de desarrollo productivo, industrial y científico.
“Es una materia prima en aumento en todo el mundo y nueva para el país. Su impacto es transversal y prospectivo para toda la sociedad”, manifestaron.
Conociendo sus ventajas, investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y del Instituto de Botánica Darwinion (IBODA, CONICET) identificaron las especies nativas y exóticas presentes en nuestro país y están trabajando en usos novedosos: desde la utilización de las hojas como forraje y las cañas como biocarbón para remediar suelos y aguas contaminadas, o las paredes celulares para la industria química, hasta sus brotes como alimento nutritivo, según informó la Agencia de Divulgación Científica “Sobre La Tierra” (SLT-FAUBA).
El bambú puede ser utilizado para hacer partes de una casa con excepción del fogón de la chimenea. En la mayoría de los casos, sin embargo, es combinado con otros materiales de construcción tales como madera, arcilla, cal, cemento, hierro galvanizado, y hojas de palma, de acuerdo con su relativa eficiencia, disponibilidad y costo.
Las cañas tienen una estructura física característica que les proporciona alta resistencia con relación a su peso. Son redondas o casi redondas en su sección transversal, ordinariamente huecas, y con tabiques transversales rígidos, estratégicamente colocados para evitar la ruptura al curvarse.
La substancia y la textura de las cañas hace fácil la división a mano en piezas cortas (aserrándolas o cortándolas), o en tiras angostas (hendiéndolas). No se necesitan máquinas costosas, sino sólo herramientas simples.
La superficie natural de muchos bambúes es limpia, dura y lisa, con un color atractivo, cuando las cañas han sido convenientemente almacenadas y maduradas. Los bambúes tienen poco desperdicio y ninguna corteza que eliminar.
Finalmente Kikue remarcó que “se puede utilizar en todo, desde la construcción de casas, quinchos, como aspectos decorativos en los interiores y exteriores”.
Por ello deseó que “en nuestra provincia, tanto como en todo el país, las personas comiencen a conocer todas sus ventajas, a costos muy inferiores en comparación con otras maderas y materiales, pero con beneficios muchas veces superiores”.