El cambio es vida, la vida es cambio. Los ángeles nos ayudan a recibir toda modificación con alegría, como una parte natural de la vida. El cambio significa que momento tras momento las cosas se hacen nuevas y diferentes.
Y también es crecimiento. Cuando crecemos espiritualmente experimentamos transformaciones internas y aquí es donde surgen dificultades con la mentalidad de los adultos. El crecimiento espiritual no es fácil porque todos tenemos una resistencia humana natural frente a lo desconocido.
A menudo queremos que las cosas sigan siendo como son y aferradas a lo familiar son poco satisfactorias y distan mucho de hacernos felices. Aunque el cambio siempre nos amenaza, no tenemos nada que temer y mucho que ganar si lo aceptamos en nuestras vidas.
Los ángeles del cambio nos impulsan a salir de lo familiar y abrazar lo desconocido con confianza y apertura. Además nos enseñan que si le damos la bienvenida al cambio estaremos en condiciones de elegir lo mejor en cada momento.
Lo desconocido se hace más difícil de manejar cuando nos preocupamos demasiado. Si usted se encuentra en situación de temor y preocupación frente al cambio, siéntese, relájese y pídale a los ángeles que lo ayuden a ver el cambio potencial desde todas las perspectivas y en todas sus ventajas.
Reflexión angélica: “El cambio es diversión, es frescura, es desafío, es vida. Porque la vida es movimiento constante. Allí está el fluir con la energía del universo que nos propone los cambios para la transformación”.
Colabora
María Ysabel Leyes
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