
La Fundación “Donde quiero estar” busca voluntarios en Misiones para que llegue a la provincia su misión: humanizar los tratamientos oncológicos y mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer y sus familias. ¿Cómo lo hacen? “Nuestros pilares, nuestras estrategias para abordar a las personas con cáncer, son el arte, la reflexología y la contención emocional”, explicó su fundadora, Vicky Viel Temperley, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
La tarea es clara: durante las largas horas de espera de los pacientes que deben realizarse sesiones de quimioterapia se les llevan hojas para que dibujen y pinten, se les hacen fotografías y, para ablandar un poco las venas que reciben los medicamentos, se les hacen sesiones de reflexología, es decir, masajes en los pies. Todo con la intención de hacer más amena la espera en una sesión de quimio y para tratar de correr el foco de la atención en el goteo constante de la medicación “porque esos pensamientos siempre van hacia la enfermedad”, aseguró Vicky. Es una manera de acompañar.
“El arte permite a los pacientes expresar aquellos sentimientos que no se pueden decir con palabras como tensión, dolor, miedo a la muerte porque la palabra cáncer esta muy asociada a la palabra muerte”, indicó la fundadora de “Donde quiero estar”. Pero además estos pacientes que se vuelven artistas buscan, como todo artista, trascender a través de sus obras, entonces la Fundación organiza una muestra por año en octubre o noviembre, donde se exponen todas las obras que se pintan durante la quimioterapia. “Es así que reciben el reconocimiento que necesita un artista”, señaló Vicky.
El segundo de los pilares es la reflexología, que “ayuda, a través de un masaje en los pies, a que el paciente se relaje y entre en un sueño profundo que no logran con la televisión o con una manta. El hecho de que haya un otro que te toque los pies, el contacto humano de voluntarios que contienen, eso da calor y el paciente puede descansar y dormir. Porque la noche previa a la quimioterapia no pueden conciliar el sueño porque saben que les espera cuatro horas en un sillón, anclados”, señaló Vicky. La intención es capacitar a los voluntarios que estén dispuestos a dar este calor humano a pacientes de quimio.
El último pilar es la contención emocional, o experiencia grupal, en la que “el enfermero forme parte del cuadro, que el voluntario le esté haciendo masajes al oncólogo, hacer una familia en la sala de quimioterapia que comparta experiencias de vida y no que se hable de la enfermedad. Nosotros lo que hacemos es abordar desde las partes sanas y dejamos de hablar del tumor para hablar de la parte del cuerpo que está sano”, indicó.
La Fundación también está presente en hospitales pediátricos donde “los niños colorean entre 15 y 20 hojas A4 durante su internación”, explicó Vicky. Luego, su sobrina que es editora, se lleva los dibujos, les pone música, les da vida y los hace videos que son entregados a los niños cuando se vuelven a sus casas. “Ahora les estamos enseñando a ellos a editar” porque “aprenden con gran facilidad” y “todos tienen sus celulares y tablets”. Para ellos también hay gafas 3D que “ayudan, en el momento de la colocación de la vía, a trasladarlos a otro lugar, a Disney o a una cancha de fútbol para que no sufran en ese momento”, afirmó.
La intención es traer a Misiones estos pilares y mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos de la provincia. Para ellos buscan un referente hospitalario, en este caso del Madariaga o del futuro Instituto Misionero del Cáncer, para que coordine el programa y a los voluntarios locales y esté en contacto permanente con la Fundación. Además, “buscamos a voluntarios que tengan tres horas para donar e ir a un hospital”, señaló Vicky. Desde gente que se anime a hacer reflexología hasta artistas que tengan ganas de enseñar a pintar.
Todos los interesados pueden ingresar a la página dondequieroestar.org y ponerse en contacto porque Vicky y su equipo volverán a Misiones en octubre para una capacitación. Todavía no hay una fecha exacta porque “vamos a esperar a que el doctor Angel D’Annunzio, que muy amablemente nos abrió las puertas del hospital, nos diga en qué fecha podemos volver”, indicó Vicky. “Tengo la esperanza de replicar el programa porque el modelo es fácil”, agregó.
Hasta el momento la Fundación trabaja en 18 hospitales de las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Salta y ya están en contacto con gente de Santa Fe. La intención es sumar a Misiones y así también llegar a Corrientes, Formosa y Chaco. El contacto con la provincia se dio a través de la presidenta de Voluntades, Maia Ayrault. El primer paso se dio, ahora falta desandar el camino.