Junto a sus padres se instaló en Posadas y fue alumno de la EPET 1 (Industrial), colegio en el que no terminó sus estudios. Tiene dos hermanos. Uno vive en Resistencia y el otro, con su madre en Posadas.
PRIMERA EDICIÓN logró hablar con familiares del joven en Chaco, quienes confirmaron que es aficionado a los tatuajes. Sin embargo, los allegados indicaron que, pese a que contaba con la máquina para realizar los mismos, no la utilizaba como una salida laboral, sino como un “hobby” que le permitió incluso cumplir con algunos de sus amigos.
También trascendió su afinidad por el fútbol y un pasado como jugador en Chaco For Ever, aunque nunca como profesional. No obstante, en Posadas se dedicaba al cuidado de ancianos en geriátricos y otros hogares especializados.
Por último, en sus redes también se observa un marcado fanatismo por la banda de rock and roll “Guns N’ Roses”, cuyo logo incluso llevaba tatuado en un brazo.
Las mismas fuentes indicaron que apenas se conocieron, en 2015, se fueron a vivir juntos, pero luego se separaron. En ese interín el joven volvió a Resistencia. Al poco tiempo hubo una reconciliación y Natalia viajó hacia esa ciudad. Por problemas de trabajo, hace aproximadamente un mes, ambos decidieron volver a Posadas. Y el último lunes se conoció el peor final.