Una niña de seis años murió el sábado a la tarde tras haber sido internada en el sanatorio Camino de esta ciudad con un diagnóstico de neumonía.
Todavía en shock, sus padres no encuentran consuelo por haber “corrido” toda la semana pasada con su hija para darle bienestar y una cura “y hoy (por ayer) la tuvimos que sepultar”, dijo emocionada su mamá Jésica Velázquez en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Ella, como su esposo, José Martín Kruka, aceptaron hablar con este Diario para alertar a otros padres sobre lo que les pasó. “Todo es tan inexplicable”, graficó el hombre al comenzar a relatar uno de los peores momentos de su vida.
Según contó, el lunes a la madrugada, Luana Martina (6) evidenció un cuadro de gripe con fiebre elevada, vómito, tos y dolores en distintas partes del cuerpo, los cuales se volvían muy agudos en la zona de la ingle en la pierna derecha, por lo cual sus padres la llevaron al sanatorio Camino.
La pequeña estuvo internada algunas horas bajo observación, la hidrataron y lograron bajar la fiebre, por lo que le dieron de alta. Pero ese mismo día, la familia tuvo que volver a urgencias porque a la siesta el cuadro se empezó a agravar, con mucho vómito y dolor mucho más intenso en el cuerpo.
“Hasta ahí no recibió ningún tipo de medicación específica, salvo para una gripe común. Se tomaron muestras para estudios, el primero para descartar gripe A y el otro era un cultivo para determinar si se debía a alguna bacteria o infección, pero ese estudio más profundo nunca se mandó al laboratorio”, aseguró Kruka.
“El de la gripe A salió negativo y el otro era para descartar otras enfermedades. Se durmieron con eso. Mientras tanto, nosotros volvimos a casa con Luana, que seguía muy mal y hasta se le empezaron a hinchar los pies”, pormenorizó el hombre.
Además, indicó que “desde el lunes íbamos y veníamos del sanatorio sin ningún diagnóstico claro. Le estabilizaban la fiebre y nunca me dieron ningún tipo de antibióticos ni nada. A mitad de semana, las placas y radiografías mostraban buen estado pulmonar, lo mismo una ecografía”.
“No la medicaron”
Como el estudio de gripe A que le practicaron a la pequeña dio negativo, no la medicaron. Esos días previos a su internación fueron de mucho dolor para la niña, quien el viernes ya no se podía mover.
“Con lo último que pasó, a ella se le declaró una infección generalizada a través de una bacteria que nunca se pudo determinar cuál era, porque, de todos los estudios que le hicieron, ninguno reveló nada”, explicó su madre.
“Cuando mi hija entró en terapia, le habían dado el alta a un niño que ingresó el día anterior con los mismos síntomas y cuadro. Increíble”, se lamentó Jesica.
“Mi hijita fue atendida por dos profesionales y ya, la segunda vez que la tuvieron en observación, pedí que le hagan estudios. Recién ahí se mandó un laboratorio que aparentemente salió bien, pero con valores altos en un indicador de inflamación en el tejido muscular provocado por una bacteria. Ahí mismo debieron actuar de otra forma, pero simplemente me dieron un medicamento y salimos de alta”, se quebró la mujer.
“No aguantó”
“Nos fuimos a casa confiados, pero esa noche mi nena ya no podía caminar del dolor. Volví a hablar con la pediatra, la que la atendió con el cuadro de gripe, y ahí tomó la decisión de internación. Esa tarde le hicieron placas de pulmones porque tosía catarro con manchitas de sangre, pero tampoco esas placas daban indicio de la gravedad”, contó Jésica, la mamá.
En ese sentido, el relato de los papás de Luana es dramático de principio a fin y con el desenlace más inesperado. Tras haber quedado internada el vienes y pasar una muy mala noche, la niña fue derivada a terapia. Sus pies y sus manos se habían puesto negros y en la piel había manchitas rojas subcutáneas.
Como se puso muy débil y sus defensas cayeron drásticamente, hubo que hacerle una transfusión. Sin embargo, su corazón empezó a debilitarse. Debieron ayudarla con respiración asistida hasta que entró en paro.
“Fue todo en cuestión de horas. Su presión bajó y su corazón trabajó mal, no aguantó”, sintetizaron.