“Se tomó su tiempo. Esperó el momento exacto en que todas las oficinas quedaron vacías. Luego giró la cámara ubicada en la puerta de acceso al edificio e ingresó con su rostro cubierto con una capucha. Fue hasta el primer piso y de allí directo a mi escritorio. Abrió un cajón y se alzó con 20 mil pesos que estaban dentro de un sobre”.
El relato pertenece a la escribana Mónica Freaza, quien expresó su indignación por lo sucedido en diálogo ante PRIMERA EDICIÓN.
“Es una sensación horrible ver como te roban. Quedó todo registrado en la filmación, actúa con total tranquilidad pese a que cuando ingresó a la escribanía se accionó la alarma. Es alguien que conoce el lugar, tenemos nuestras sospechas y le brindamos los datos a la Policía. Yo suelo quedarme a trabajar casi todo el día e incluso sábados y domingos, justo no estuve el jueves pasado a la siesta. Fue entre las 13.20 y las 13.25. Nos queda la duda si este individuo quedó dentro del edificio (ubicado en la esquina de las calles Sarmiento y San Luis) o si abrió la puerta de alguna manera sin forzarla”.
La propiedad tiene cuatro pisos, en el primero funciona el estudio que comparto con una inmobiliaria. Al mediodía se van todos los profesionales que trabajan en el lugar.
“Durante toda la jornada siempre hay mucho movimiento de gente.Por eso no descartamos que quedó adentro esperando la ocasión”, explicó la escribana.
Luego agregó que “por los registros del circuito cerrado vimos que movió o giró una de las cámaras y tras subir por la escalera y entrar a un pasillo tardó cinco minutos en abrir la puerta de nuestra oficina. Tampoco la rompió. Pese a que se activó la alarma caminó muy tranquilo y fue directo al cajón de mi escritorio que estaba cerrado con llave.
Lo abrió también sin forzarlo y se llevó el sobre con dinero. Salió como llegó, con tranquilidad. Realmente da mucho miedo ver como se manejó este ladrón”, manifestó la profesional.
“Decidimos instalar las cámaras porque desde febrero a esta fecha nos robaron en otras dos ocasiones, en la misma modalidad. Esta fue la tercera vez. Al menos nos quedó la sensación de que pudimos ver cómo y cuándo nos robaron. De todas maneras es espantoso”, agregó Freaza. En la misma oficina funciona una inmobiliaria, también damnificada por el accionar delictivo.
A la escena acudió personal de la comisaría Primera -por jurisdicción- y de la Dirección Criminalística, quienes levantaron huellas y rastros que podrían ser de interés en la investigación.