¡Hola queridos amigos! Para clarificar más el tema sinergia, puesto que la iremos nombrando y es lo nuevo que seguramente ya estarán experimentando y no lo saben definir, ya que llamarla coincidencias es un ignorar a conciencia la manera de operar que tiene el Universo para su beneficio, daré un ejemplo concreto del cual ustedes han sido sus beneficiados.
Siempre pido a mi Yo Soy, especialmente antes de dormir, que sea Él quien cree mi mañana, habiendo previamente borrado mis pensamientos erróneos, pero la noche antes que tengo que escribir para SextoSentido, le digo que sea mi inspiración o mejor que escriba Él por mi.
Contaré ahora, a modo de ejemplo, lo que me ocurrió con la nota del domingo pasado. Siempre leo primero el escrito anterior buscando continuidad o simplemente inspiración y habiendo ya empezado a escribir, ayudada con mis apuntes, recuerdo en ese momento, que unos días atrás mi hija, sabiendo lo que me apasionan esos temas, me había enviado la publicación de la astrofísica Gabriela González y la intuición me hizo buscarlo.
Como sólo había leído el título, no se imaginan mi emoción al escuchar las ondas gravitacionales, que no tenía idea de que emitieran sonido y más aun cuando ella denomina a este sonido: la música del Universo, a partir de ahí comprendí el orden sinergético de los acontecimientos y se acomodó en mi cabeza todo lo que les iba a transmitir y las palabras simplemente fluyeron armando el resultado que ustedes tuvieron a la vista en la última revista.
Repasemos juntos los pasos, primeramente habrán observado que los acontecimientos no ocurren cronológicamente como la lógica lo dictaría, o sea, yo pido a mi Ser Superior y luego me enviaría la publicación a través de mi hija; como Él habita en otras dimensiones de conciencia donde el tiempo y el espacio no existen, su envío queda como anticipado a la necesidad ante nuestros ojos de tercera dimensión.
Segundo, pone en mi hija el deseo de mandarme una publicación semejante, cosa que no es habitual. Tercero, hace que la envíe en el momento oportuno, ya que si lo hacía mucho antes o después, no hubiera tenido el efecto que tuvo. Cuarto, ocupa ese sexto sentido en mí, que llamamos intuición, que hace que yo busque esa información que sabía que la había recibido. Quinto, “coincidentemente”, la parte que ya tenía escrita, hablaban de esa melodía universal y la publicación vino a dar credibilidad, desde la alta ciencia, a todo lo que humildemente estaba tratando de hacerme entender.
Habrán podido observar mi intento por explicar lo inexplicable en cada entrega, debido a que la nueva realidad es un desafío, ya que este mundo de tercera dimensión es mental y por supuesto la mente y su función entronizados están y cuando ésta y su lógica no intervienen, tendemos a descreer y desacreditar, ya sea que el conocimiento que estén recibiendo provenga de su interior o de afuera.
Cuando digo que proviene de su interior, me estoy refiriendo a las canalizaciones que, como dije anteriormente, todos estamos habilitados a tener, pero hay que ser muy cautos aquí para que la mente no los engañe, ya que la canalización es un permitir a la divinidad que se exprese a través de las funciones de su cuerpo físico, ya sea en lo que se conoce como dictado automático, que es cuando se va escribiendo a la par que se recibe y la canalización verbalizada, de esta manera se van exteriorizando las ideas a medida de que se vayan formando en la cabeza.
Este proceso es más o menos así: esperan milésimas de segundos, ustedes irán aprendiendo sus propios tiempos, a que en su mente se forme una idea pero no saben que es lo próximo que viene, sólo se quedan y esperan que lo que se plasme coherencia tendrá sin intervención del ego y su mente.
De esta manera he escrito la mayor parte de mis libros, es por eso que al principio, al recibir estas nuevas capacidades me sorprendía por ejemplo, cuando incluía palabras que mi personalidad no sabía su significado o al escribir poesías, aptitud ésta que nunca antes había tenido y mucho menos tratado de desarrollar, al finalizar me dejaban sobrecogida al comprobar su belleza en el armado de un significado tan elevado, donde lo poético no sólo no lo mermaba sino que acrecentaba la coherencia del conocimiento dado.
Cuando hablamos de cambio, y entendemos que todo lo creado es un pensamiento divino, debemos comprender que ellos, nuestros pensamientos, deben cambiar desde el origen. Estar en el cambio no es solamente tratar de mejorar la calidad de nuestros pensamientos, cuando ya están en el proceso, ellos solos cambian pero desde su origen, cambiando las estructuras del proceso de pensar. Los pensamientos se elaboran de una manera diferente, desde parámetros distintos.
Así cuando de distintas maneras Jesús nos decía: “no resistas al mal, véncelo con el bien”, nos da a entender que no nos enfoquemos en el mal, pues crearemos más de él, llenémosnos de bondad ejerzámosla y más de ella recibiremos a la vez que cambiaremos el bien por mal.
Cuando hablo de ejercer la palabra de Jesús, estoy exhortándolos a vivirlas, es decir que sus actos deben ser coherentes con ellas, basta ya de teorizarlas. Para que esto sea posible primero deben vencer al mal que en su propia mente está, entonces dejarán de creer que creen, convencerse de ello y tratar de convencer a otros. Así y sólo así empezarán a hacer la voluntad del Padre y a ser Uno con Él.
Colabora
Graciela del Carmen
Zaimakis de Abraham
Escritora.
También en FB con Escuela de Pensamiento.