El defensor paraguayo Diego Viera desde los doce pasos, a los 50 minutos del complemento, marcó la diferencia a favor del elenco “tombino”.
Godoy Cruz jugó desde los 18 minutos del primer tiempo con un hombre menos, por la expulsión de Juan Andrada.
Un conjunto cuyano con varias bajas respecto al que terminó como subcampeón en el certamen pasado intentó disimular las ausencias de Guillermo Fernández, Garro y Burián mediante un cohesionado dispositivo táctico.
Dicha estrategia pareció desmoronarse como un castillo de naipes al resultar expulsado el temerario Andrada, quien habiendo sido amonestado un minuto antes le fue muy fuerte a Apaolaza, en una maniobra que hubiera merecido la tarjeta roja en forma directa.
Un visitante que desde el arribo de Leandro Benítez parece haber adquirido una línea de juego definida se vio beneficiado por dicha circunstancia pero la buena actuación del joven arquero Ramirez del anfitrión y cierta dosis de mala fortuna le impidieron trasladar a la red su evidente predominio.
Sobre el final del primer período Lucas Rodríguez estrelló un remate en el palo derecho de Godoy Cruz y el rebote lo tomó Pellegrini, quien forzó una notable volada del citado Ramírez.
En el complemento el “Pincha” potenció su búsqueda al advertirse una pronunciada merma aeróbica de su rival, producto seguramente del desgaste por suplir desde tan temprano al jugador expulsado.
Justo es decir que el sagaz Dabove tras dicho imponderable diagramó dos líneas de cuatro dejando en soledad al uruguayo García, quien debió debatirse contra una zaga bien plantada además de lidiar por enésima vez con su prominente abdomen, seguramente producto de algunas pantagruélicas sobremesas durante el receso mundialista.
A medida que transcurrían los minutos el “Bodeguero” comenzaba a enamorarse de la igualdad ante una visita que pugnó por alzarse con el triunfo, máxime a partir de los cambios ofensivos implementados por el “Chino” Benítez, que al fin y al cabo no le dieron resultado.
La inconcebible mano de Albertengo y la concreción de Viera reflejaron una inocultable injusticia aunque terminó por premiar a un elenco local que nunca perdió la línea ante un Estudiantes que de no ser por los reflejos del juvenil arquero mendocino se hubiera llevado una victoria acorde a lo que se vio en los noventa minutos. .
Fuente: Agencia de Noticias NA