POSADAS. Comenzó ayer en esta ciudad el Primer Congreso Nacional de Cardiología Pediátrica, con la presencia de los especialistas más importantes del país, entre ellos, el jefe de Cardiología Pediátrica del Hospital Italiano, Pablo Marantz; el jefe de Cardiología del hospital Garrahan, Horacio Capelli; la jefa de Ecocardiografía del hospital Garrahan y referente nacional del Programa de Cardiopatías Congénitas, Alejandra Villa; la subjefa de Cardiología del Hospital Italiano, Marianna Guerchicoff; el jefe del Departamento de Arritmias Pediátricas del Hospital Italiano, Mariano Fernández; las cardiólogas infantiles del Servicio de Cardiología del Hospital Italiano, Gabriela Peña y Sofía Grinenco. La organización del congreso estuvo a cargo del cardiólogo infantil Lisandro Benmaor, referente provincial de cardiopatías congénitas. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Marantz destacó la importancia del diagnóstico precoz (antes de que el bebé nazca), “nos permite salvar vidas porque no en todo el país están dadas las condiciones para tener al bebé cardiópata por lo que si se detecta la patología en la panza se puede trasladar a la mamá al lugar donde el bebé nacerá y será tratado. Esto nos permite salvar vidas, pues muchas veces se pierden vidas en el transcurso del camino, entre el lugar del nacimiento y el de tratamiento. Por otro lado, repercute también en la economía del país, porque se ahorra mucho dinero en el traslado en aviones sanitarios, tratamientos y días de internación, cuando esos recursos pueden ser utilizados para tratar a más chicos”.De hecho, Marantz demostró en un trabajo de investigación recientemente publicado que se requieren menos recursos económicos para tratar al bebé en los centros de alta complejidad (el Garrahan, para recién nacidos, y el Italiano en tratamiento pre-natal) y que estos no se mueren antes de su tratamiento quirúrgico. Detección precozSegún estimó Marantz, en Argentina, de cada diez niños con diagnóstico de cardiopatía congénita al menos seis fueron detectados con esta patología antes de nacer. “En todo el mundo la detección precoz es baja, entre un 15% hasta un 70 y 80% en algunos países. Nosotros (refiriéndose al equipo de especialistas de los hospitales Garrahan e Italiano, que crearon y llevan adelante el Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas, incluido hace tres años en el Plan Nacer) arrancamos en el país con un 35% y ahora estamos en un 60% y eso tiene mucho que ver con los planes que estamos haciendo de entrenamiento de obstetras para que detecten la malformación y deriven al cardiólogo infantil en tiempo y forma para que estos redondeen el diagnóstico”, señaló. Recordó que en Misiones no se hacen cirugías cardiovasculares “pero el médico Lisandro Benmaor, que se formó con nosotros, es el referente provincial en lograr mayor cantidad de pacientes diagnosticados y tratados con cardiopatías congénitas del país”. No obstante, aseveró que “no creo que Misiones tenga mayor incidencia de cardiópatas que las otras provincias, la incidencia mundial es de un cardiópata cada cien recién nacidos y cinco cardiópatas cada cien bebés aún en gestación. ¿Qué pasa con estos fetos? Se mueren antes de nacer y poco después sin diagnóstico”.




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