BUENOS AIRES. El misionero José Ramón Acosta Barreto es cocinero en la Armada Argentina hace doce años y durante los meses de verano siguió con su tarea en el “Continente Blanco”, cocinó para la dotación argentina en la base naval Decepción. Al regreso, José contó que vivió una experiencia única y soñada para su carrera.Entre las actividades desarrolladas durante la última Campaña Antártica de Verano 2011/2012 está la relacionada con la apertura de la base temporaria Decepción que funciona desde hace 64 años.El transporte ARA “Canal Beagle” trasladó la dotación de quince personas a la isla, quienes permanecieron durante los meses de verano: los científicos, realizando estudios, y los marinos y personal civil de la Armada, manteniendo las instalaciones y dando apoyo a ese trabajo. Entre los marinos, viajó el cabo principal servicios varios y cocinero, José Ramón Acosta Barreto, de 31 años, nacido en Puerto Rico, localidad cercana a Jardín América, donde reside. Lo hizo junto a un coterráneo, el posadeño Saúl Crispín Pérez, personal civil especializado en carpintería.“Estar y conocer la Antártida es para mí, la mejor experiencia de la carrera y todos sueñan en algún momento visitar la Antártida. Haber vivido allí es una gran anécdota en la que primó el buen compañerismo”, destacó Acosta Barreto, al sitio Gaceta Marinera.“Como el cocinero de base, divido diariamente las tareas en primero y segundo plato, las guardias y la limpieza y el mantenimiento de la cocina. Empiezo desde temprano, más relajado por el número de comensales al que estoy acostumbrado, pero al mismo tiempo al ser pocos son más exigentes”, comentó.“Al estar en la Armada lo que más me gusta es tener la posibilidad de conocer lugares soñados como la Antártida, pero la buena gente y el compañerismo, son las mejores razones por las que sigo aquí. Creo que uno sirve a la patria con su trabajo diario”, destacó.Entre sus expectativas, está volver a su tierra natal, donde hizo la primaria en la Escuela 284 Comandante Tomás Espora, la secundaria en Comercio 2 y se crió en el Barrio 140 hasta su ingreso en la Armada. Allí viven sus padres, Juan y Gregoria y tres de sus cuatro hermanos: Matías, Rosa y Carlos, mientras que Mariel reside en Buenos Aires.“Los mejores recuerdos de Misiones son con mi familia y mis amigos y me encantaría volver allí, pero antes viajar más por la Argentina y el mundo”, enfatizó José. Ahora, son Margarita, su señora, y su hijo Agustín de siete años, sus compañeros de aventura, “sin el apoyo de ellos no podría hacer esto”. Una gran herraduraLa isla Decepción se ubica en el archipiélago de las islas Shetland del Sur. Es una gran herradura de hielo y piedra, donde se encuentra uno de los pocos volcanes activos de la Antártida. En el interior está la base temporaria argentina Decepción, instalaciones que facilitan logísticamente el trabajo científico en el lugar, muy diverso debido a que -por las anomalías térmicas de la isla- proliferan especies de flora y fauna únicas en el mundo.





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