POSADAS. Desde febrero pasado crece la ansiedad entre los vecinos del barrio San Lorenzo, porque esperaban que en ese mes se pusiera fin a los 22 años de espera para recibir sus títulos de propiedad y, con ello, el reconocimiento de la tierra que ocupan. Sin embargo, pese a los rumores que circularon fuertemente en el barrio sobre que “los papeles estaban listos”, ayer la presidente de la comisión barrial, María González, lamentó desmentir la versión. “La verdad es que tenemos mucha incertidumbre con esto, porque ya pasaron ocho meses desde que el apoderado de estas tierras caminó por el barrio junto a nosotros y se sorprendía de ver todo lo que hay, mientras que nos comentaba que en los planos municipales directamente no figuramos”, describió la dirigente barrial.“La última información que tuvimos fue que los papeles están firmados, desde septiembre del año pasado, y realmente no sabemos porqué todavía no empezaron a entregarlos”, contó González.El barrio se había revolucionado la semana pasada, porque entre los vecinos se comentaba la posibilidad cierta de que los tan esperados papeles se habían comenzado a entregar. “Desde la Municipalidad me informaron que en lo único que hubo avances puntuales fue en relación a los pedidos de habilitación de los comercios del barrio. Hasta ahora sólo se habían conseguido habilitaciones provisorias, pero en concreto muy pronto llegaran las definitivas; eso nos da una esperanza de que pronto podamos recibir nuestros títulos de propiedad, porque pensamos que si habilitan los comercios, quiere decir que ya se está trabajando para considerar nuestro barrio como tal”, aludió la mujer.En la cuestión están trabajando los técnicos de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP) y funcionarios municipales, quienes a decir de la dirigente barrial, “todavía no pudieron brindarme información al respecto, y por lo tanto según los planos de la Dirección de Catastro, en donde está el populoso barrio San Lorenzo con más de 600 familias asentadas, todavía figura como “espacio vacío”.RelevamientoUn reciente censo encargado por la comuna y el Iprodha había relevado unas 450 familias, pero en el último año la comisión detectó un crecimiento importante de “nuevos vecinos” dado en la mayoría de los casos por familiares de quienes residían en el lugar y armaron nuevas casas en los terrenos de estos“Ahora la verdad es que nos urge que nos entreguen los papeles, fundamentalmente porque no podemos hacer ningún trámite, todo nos frena. Quizá lo peor es el maltrato que recibimos, ya que permanentemente nos catalogan como “usurpadores”. Problemas sin resolverRecientemente el barrio sufrió modificaciones sustanciales con las obras de tratamiento costero en El Zaimán (frente a Villa Poujade), principalmente por la relocalización de setenta familias hacia el barrio San Isidro. En general, la mayoría se había mostrado feliz por las obras, pero ahora parece haber bastante descontento, ya que la traza de la calle costanera no respetó el terreno de los vecinos y, literalmente, “los invadió”“Esto pasó porque no somos considerados propietarios. La verdad fue un atropello para la gente. Se quiso hacer lo mismo con las cuadras de más abajo, pero en esa zona de San Lorenzo la gente sí recibió sus títulos y no permitió que las maquinas de la EBY avancen sobre sus veredas”, detalló la presidenta barrial González. En otro orden, la mujer se mostró realmente preocupada, al igual que otros habitantes del barrio, porque la arteria es muy transitada, principalmente cuando se producen desvíos por cortes de rutas o accidentes. Para colmo, en el futuro, para hacer uso de los playones de deportes y otros lugares de esparcimiento, los niños y jóvenes deberán cruzar la que -aún hoy sin terminar- ya se convertido en una peligrosa arteria que se usa para hacer picadas clandestinas de motos y de autos. “Un verdadero peligro”, expuso González.





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