SAN PEDRO. La saña fue total. Lo reflejan las quince profundas puñaladas que recibió un agricultor de 51 años, que falleció prácticamente en el acto después de que al menos dos personas lo interceptaran a la salida de un bar-pool y arremetieran para quitarle la vida.El sangriento episodio ocurrió en la noche del domingo en Paraje Puente Alto, cerca de Pozo Azul, y la víctima fatal fue identificada por las autoridades como Antonio Pereyra (51).Efectivos policiales montaron un intenso operativo y minutos después lograron dar con uno de los presuntos homicidas, de 23 años. Ayer, a la tarde, allanaron su domicilio y secuestraron un cuchillo, de unos 30 centímetros de hoja, que habría sido usado para matar a Pereyra.El arma fue remitido al gabinete criminalístico, porque tenía manchas de sangre y quieren saber si son del mismo tipo y factor de la víctima.Una llamada anónima alertó a los efectivos de la comisaría de San Pedro sobre la presencia de un cuerpo sin vida en la banquina de la ruta provincial 17, a la altura del kilómetro 90, en Paraje Puente Alto.De inmediato, una comisión recorrió los casi setenta kilómetros que separan la escena del crimen de San Pedro y confirmó que a un costado de la arteria se hallaba el cuerpo sin vida de Pereyra.En la jornada de ayer, los investigadores aprehendieron a otras cuatro personas, entre ellas un adolescente de 16 años y el propietario del comercio donde estuvo el agricultor. El objetivo es determinar la responsabilidad que le cupo a cada uno en el lamentable episodio.La primera versión indica que todo sucedió alrededor de las 21.30, cuando Pereyra disputaba una partida de pool en un bar de la zona junto a otras dos personas.Al parecer fue en ese lugar que se inició una discusión entre las partes, que prosiguió afuera del local y culminó recién cuando el dúo de violentos arremetió con un arma blanca contra la humanidad de la víctima. Según el médico, el agricultor recibió entre doce y quince puñaladas en el cuello, el rostro, la cabeza y el tórax, todas de importante tamaño y profundidad, que le provocaron la muerte.Los rastros “levantados” por efectivos de Criminalística de la Unidad Regional VIII -con asiento en San Vicente- confirmaron además que luego el cuerpo fue arrastrado unos cien metros hasta un malezal cercano al asfalto, presumiblemente debido a que los homicidas intentaron simular un accidente de tránsito.Con esos datos y la declaración de testigos, los efectivos de la comisaría de San Pedro montaron un extenso operativo para dar con los dos jóvenes sospechosos, a cargo del jefe de la dependencia, el oficial principal José Smorzeniuk, y arribó al éxito cuando a tres kilómetros de la escena del crimen una patrulla detuvo a un joven de 23 años, quien además es vecino de la víctima.El detenido fue alojado en una de las celdas de la comisaría y quedó a disposición del magistrado Antonio Cuenca, a cargo del Juzgado de Instrucción 3 de la Segunda Circunscripción Judicial.En la tarde de ayer los detectives apresaron a otros cuatro sospechosos: entre ellos al propietario del bar pool. Quieren determinar quiénes colaboraron materialmente en la muerte del trabajador rural.Es que no tienen dudas de que el cuerpo fue arrastrado por al menos dos personas, concluyó el portavoz de la fuerza de seguridad.





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