CIUDAD DEL VATICANO, Santa Sede (AFP-NA). El Vaticano marcó distancias ayer entre el papa Francisco y Kim Davis, una funcionaria que se ha visto en el centro del debate sobre el matrimonio homosexual en Estados Unidos, señalando que fue una de las docenas de personas a las que saludó el Papa en Estados Unidos y que el encuentro “no debe considerarse una forma de apoyo a su postura”.El Vaticano emitió un comunicado ayer aclarando el encuentro del 24 de septiembre entre Francisco y Kim Davis, una funcionaria de Kentucky que fue a la cárcel por negarse a emitir licencias de matrimonio a parejas homosexuales.El Papa se reunió con “varias docenas” de personas en la embajada vaticana antes de marcharse de Washington a Nueva York, explicó en un comunicado el reverendo Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.Estos encuentros son habituales en cualquier viaje papal y se deben a la “amabilidad y accesibilidad” de Francisco, dijo Lombardi. El pontífice sólo celebró una “audiencia” en Washington, con antiguos estudiantes y sus familiares.“El papa no entró en detalles sobre la situación de la señora Davis y su reunión con ella no debe considerarse como una forma de apoyo a la postura de ella en todos sus aspectos complejos y particulares”, indicó Lombardi.El reverendo Thomas Rosica, asistente de Lombardi, dijo que no creía que el papa conociera a Davis o las implicaciones del encuentro.“No creo que sea tanto una cuestión de ser engañado como de estar completamente al tanto de la situación y sus complejidades”, indicó y agregó “no creo que nadie intentara engañar al papa de forma deliberada, y al mismo tiempo tampoco se informó adecuadamente al papa sobre quién estaba en el encuentro. No se le informó adecuadamente sobre la persona o el impacto de una visita así”.Quién es DavisDavis, una cristiana apostólica funcionaria municipal en el condado de Rowan, en Kentucky, pasó 5 días en la cárcel por desafiar una serie de órdenes de tribunales federales de que emitiera licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo. Al final, un juez puso a Davis en libertad con la condición de que no interfiera cuando sus subordinados emitan las licencias. Cuando la funcionaria volvió al trabajo, confiscó las licencias de matrimonio y las sustituyó por otras nuevas en las que se decía que no se habían emitido bajo su autoridad, sino “a instancias de una orden judicial federal”. La funcionaria dijo esta semana a la prensa local que ella y su esposo se habían reunido brevemente con el papa en la nunciatura vaticana de Washington y que el pontífice la había instado a “mantenerse fuerte”. “Saber que el papa está alineado con lo que hacemos y está de acuerdo, en cierto modo lo valida todo”, dijo a ABC.





Discussion about this post