El crimen de Marta Carvallo (43) a manos de su expareja, un exgendarme, conmovió a Villa Bonita. Sin embargo, el Registro Nacional de la Justicia Argentina, elaborado junto a las provincias, pasa por alto el caso sobre un total de seis. 
El femicidio de Marta Rosana Carvallo (43) fue uno de los más atroces de los registrados en Misiones durante 2017. Al decir de la investigación, el exgendarme Ricardo Kousin (64), expareja de la mujer, irrumpió en la casa 20 del barrio Boatini de Villa Bonita, cerca de Oberá, ejecutó de un tiro en la cabeza a Carvallo y luego se suicidó. Aquello se sabe gracias al relato del sobreviviente, un joven de 24 años que salía con la mujer y que logró esconderse en el baño junto a la hija de la víctima y evitar así la furia del autor.
Sin embargo, pese a la brutalidad y a la gravedad, el caso no existió para el Superior Tribunal de Justicia de la provincia y, por ende, no formó parte del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina, presentado el último lunes por la Oficina de la Mujer de la mismísima Corte Suprema de la Justicia de la Nación. Un papelón.
Y no se trata solamente del bochorno. Es que sin ese caso, la tasa de femicidios en Misiones es de 0,82 víctimas por cada 100 mil mujeres, tal como se informó. Pero con ese hecho, la cifra pasa a 1,08 víctimas por cada 100 mil mujeres y, además, transforma a la provincia de ser una de las que menos hechos registra a subirse al segundo de tres escalones.
El documento, abierto al público en el sitio web del Centro de Información Judicial -la agencia de noticias del Poder Judicial- tiene como objetivo visibilizar estas muertes y, de esta manera, alcanzar una comprensión más acabada del fenómeno y sus causas, según se describe en la introducción. La meta final, reza el escrito, es dar respuesta a un reclamo social sobre esta problemática y permitir diseñar políticas de prevención.
El olvido, por así decirlo, pone en duda la rigurosidad con la que se manejan las estadísticas judiciales, al menos en Misiones. No es un tema menor: tal como reza el informe en su introducción, son esas cifras las que posteriormente marcan el camino de las políticas públicas a implementar. Y si, en total, en Misiones hubo seis femicidios durante 2017, el olvido de uno de los casos representa ni más ni menos que el 17% del total.
En el documento, la Oficina de la Mujer agradece al presidente del STJ misionero, Froilán Zarza; a los ministros Jorge Rojas, Cristian Benítez, Roberto?Uset, María Niveyro, Rosanna Venchiarutti y Cristina Leiva; y también a la responsa de carga de datos RNFJN: Adriana Denise Zajaczkowski.
El femicidio que faltó
Si bien el informe no da nombres de víctimas, en el mismo aparecen las localidades donde ocurrieron los hechos. Así y en comparación con el registro que año tras año elabora PRIMERA EDICIÓN, se puede establecer que los cinco casos registrados por el STJ -y tomados por la Corte para el informe definitivo- son los de María Belén Rivas (16), la adolescente ahorcada en Iguazú; Paulina Portillo?(26), la joven ultimada a puntazos por su pareja en Eldorado; Mariana Benítez (15), hecho por el cual la propia comunidad guaraní realizó un juicio bajo sus propios preceptos en Ruiz de Montoya; Viviana Cabrera (26), ahorcada por su pareja en Bonpland; e Isabel Dominga Huzi de Remskij (52), quien habría sido ultimada por su hijo en Apóstoles.
Esos son los cinco casos que constan en el informe vinculados a hechos de violencia de género que acabaron de la peor manera. En ellos no consta el sucedido alrededor de las 15.30 del sábado 9 de diciembre de 2017, donde Carvallo fue salvajemente asesinada. El presunto autor luego se suicidó. Y el caso, al menos para el STJ, nunca existió.
El femicidio de Marta Rosana Carvallo (43) fue uno de los más atroces de los registrados en Misiones durante 2017. Al decir de la investigación, el exgendarme Ricardo Kousin (64), expareja de la mujer, irrumpió en la casa 20 del barrio Boatini de Villa Bonita, cerca de Oberá, ejecutó de un tiro en la cabeza a Carvallo y luego se suicidó. Aquello se sabe gracias al relato del sobreviviente, un joven de 24 años que salía con la mujer y que logró esconderse en el baño junto a la hija de la víctima y evitar así la furia del autor.
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