El impacto de las tarifas de los servicios no provoca siquiera que todos los diputados nacionales por Misiones voten a favor de conseguir beneficios que hagan un poco más llevadero el trabajo en esta zona de la frontera.
Así quedó expuesto ayer cuando un proyecto del misionero Daniel Di Stefano para conseguir impuesto cero para los combustibles que se expenden en Misiones no consiguió el voto del radical Luis Pastori como de la bancada de Cambiemos.
Luego siguieron otros proyectos que plantearon muchas opciones para aminorar el impacto de los tarifazos que tampoco tuvieron apoyo del oficialismo nacional.
Es curiosa la postura de Pastori, ya que se trata del mismo legislador nacional que promovió el tan comentado Artículo 10 en la Ley de PyME que el presidente Mauricio Macri se niega a reglamentar para otorgar beneficios impositivos a las empresas radicadas en zonas de frontera, perjudicadas por las asimetrías con países vecinos. El claro caso de las misioneras.
Más allá de los antecedentes, el problema de la partidización se transmite a la gente cuando se prioriza el mandato del espacio político antes que los intereses de la población a la que se representa. Y no se trata solo de Pastori, a lo largo de los años desde distintos partidos, muchos legisladores han actuado de la misma manera.
En este rincón del país donde el combustible es de los más caros, donde los millones y millones de pesos que se generan en la tierra colorada se van a Paraguay y Brasil, donde la energía eléctrica nos cuesta más que en el centralismo porteño y bonaerense, la gente espera acuerdos que la beneficie. No importa el color político de quien promueva bajar el costo de vida. Eso quedará seguramente para la etapa proselitista con el fin de convencer a los votantes.
No hay que temer a los acuerdos entre rivales si son para ayudar a Misiones.
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