Educar la mente y el corazón

* Sólo la mitad de los jóvenes en Argentina logra terminar el secundario, y la mitad de ellos no comprende textos. * Sólo uno de cada diez, logra obtener un título universitario y en contextos de pobreza, uno de cada cien.* Sólo uno de cada tres adolescentes llega al último año del secundario sin haber repetido nunca. * Dos de cada tres estudiantes de quince años no alcanzan el nivel básico en matemática.* Argentina ocupa el puesto cincuenta y nueve entre sesenta y cinco dentro de las pruebas internacionales de evaluación y se encuentra en el sexto lugar entre los ocho países de la región.* Ocho de cada diez estudiantes universitarios no termina la carrera.* Ochenta y seis por ciento de los alumnos de nivel primario no tienen acceso a la jornada escolar extendida o completa.Estos datos provenientes del Sistema Educativo Nacional, del Informe estadístico del año 2016; de ONE 2013 y del Anuario Estadístico Universitario 2014, ponen en evidencia el enorme desafío que trasciende al gobierno y transforma a la educación en una cuestión de la sociedad toda.La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso tanto de las personas como de las sociedades.Me refiero al factor de la educación como un todo que no solo provee conocimientos sino que enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos.Eduquemos para ser mejores personas, no solo para triunfar económicamente sin importar que haya miles muriendo de hambre, en tanto no les toque a los nuestros.No podemos seguir considerando a la educación como un mero traspaso de información, que no contemple en algún espacio el autoconocimiento, las emociones, la capacidad de amar. Ahora bien, ¿esto es responsabilidad de la escuela?; ¿de la familia?; ¿de los medios?; ¿del Estado?…Esto es responsabilidad de todos: autoridades, profesores, padres, etc.. Transformémonos en una “Ciudad Educadora”, la educación no se reduce a la escuela, de la educación somos parte todos los actores sociales. La mayoría de las situaciones conflictivas y violentas podría evitarse con educación y formación integral de la persona.Enseñemos  a leer y a escribir … y a creer que se puede, ayudemos a quienes han nacido en circunstancias menos favorables a entender que pueden salir adelante. Eduquemos la mente y también el corazón.Es el primer paso para una Argentina mejor y todos debemos darlo. Solo de esta manera podremos lograr una sociedad auténticamente libre.ColaboraValeria [email protected] 3764-510132