Unir la Argentina con Alaska en combi es la premisa de este viaje que emprendieron hace ya 14 meses la posadeña Lourdes Acuña Claudiani (26) y su novio Francisco Martínez Baroni (27), del que hoy pueden relatar orgullosos su historia.Fue en julio del año 2015 cuando los aventureros pasaron por la redacción de PRIMERA EDICIÓN y contaron algunos detalles de esta travesía. Hoy con más de un año de viaje, Lourdes, Francisco y la combi Aurora están viviendo un mundo de aventuras y anécdotas que solo ellos pueden describir. En una entrevista a la que accedió este medio con los protagonistas, los mismos señalaron que ese sueño sigue en marcha. Relataron que se encuentran en México “hace casi dos meses, más precisamente en Playa del Carmen, pero ya recorrimos gran parte de la Rivera Maya. De a poquito nos vamos alejando de la costa para ir subiendo por el centro de México y así ir cada día al objetivo final que es “Alaska”, dicen.Viajar permite conocer culturas, personas y hasta superar dificultades propias de esa “empresa”. Al respecto los aventureros describieron que “la verdad es que el viaje viene hermoso, fuimos conociendo muchísima gente, lugares y nuevas formas de vida. Desde que el Diario nos entrevistó el año pasado (en referencia a la nota publicada por este medio el 28 de julio de 2015), ya pasó de todo. Hace 14 meses que salimos desde Posadas y ya pasamos por 13 países”.“Al primer mes de viaje se nos rompió el motor de la Combi y nos queríamos morir. Estuvimos 19 días en General Pinedo, Chaco. Cuando pensamos que era lo peor que nos pasó, al contrario fue de lo más lindo, conocimos muchísima gente buena y nos ayudó a fortalecernos, a ver cómo era todo realmente. Al final lo que era un mes fueron tres meses en Argentina”, explicaron. “De todos los países en los que estuvimos, los más difíciles para conectar con la gente local fue Bolivia, aunque su cultura es tan conservadora y autóctona que eso nos gustó mucho”, dijeron.“Estuvimos trabajando mucho durante el viaje para llegar hasta México. Hicimos de todo, hasta la combi fue carro de bodas en Panamá lo cual fue una experiencia hermosa. Fran y yo llevamos a la novia hasta la Iglesia y después a ambos novios a la fiesta. Nos sacamos muchas fotos y fue divertidísimo. También trabajamos como mozos, hicimos una mudanza, pintamos un local, cocinamos choripanes en una fiesta de disfraces y dimos clases de matemáticas. Todas cosas que ni pensábamos antes de salir. Todo sea por seguir viajando”, expresó Lourdes.Mas adelante apuntó que “conocimos muchísimas familias y en todos los países nos hemos quedado en sus casas, viendo cómo viven, qué comen, cómo son las relaciones, hablando mucho de nuestro país y de nuestras provincias. La verdad que es un intercambio todo el tiempo que nos mantiene felices” .





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