Finalmente, este viernes llegó el día en que María Luz Verón recibió su título de secundaria. Junto a su mamá, Teresa Martínez; y uno de sus profesores, Esteban, esta joven de 27 años (el 11 de junio cumple 28) acudió a la sede del Sistema Provincial de Teleducación y Desarrollo de la Provincia de Misiones (Sipted) donde culminó el nivel medio con la metodología a distancia. Como consecuencia de un pico de presión alta que sufrió su mamá en el último tramo del embarazo, María Luz nació con una discapacidad motora y sólo puede movilizarse con silla de ruedas. La educación primaria la hizo en la Escuela 464 Almirante Brown y los primeros años de la secundaria en la Normal 10. Pero cuando cursaba el primer año del Polimodal, sufrió un brote psicótico que la obligó a seguir un estricto tratamiento durante varios años. Retomar el camino “A fines de 2006 empecé a sentirme mejor, le dije a mi médico que quería retomar la secundaria y me dijo que sólo podía dedicar 2 horas al día a estudiar. Fue mi médico quien me recomendó que hiciera una secundaria a distancia y ahí fue que empecé en el Sipted”, contó la joven en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. “Me costó mucho terminar la secundaria a distancia, se me hacía difícil la comprensión de textos… pero finalmente en 2014 pude rendir (y aprobar) la última materia”, recordó María Luz al tiempo que explicó que se demoró la entrega de su título por un inconveniente con el programa del Sipted. “Fue una linda experiencia, me gustó mucho conocer gente nueva. Hice la secundaria a distancia por prescripción médica, ahora ya estoy bien, hace años que superé el brote psicótico y ya me redujeron la medicación. En 2004 estuve al borde del surmenage (también conocido como síndrome de burnout). Yo me exigía demasiado, quería ser una alumna 10 y no podía. Me tuvieron que medicar, pasé por una cura de sueño y tuve que suspender todo tipo de actividad escolar y física. Fueron casi dos años alejada de todo y, finalmente, después de muchos meses de insistir que me permitan terminar los estudios, el médico aceptó pero con la condición que sólo estudiara 2 horas diarias. Y le hice caso, por supuesto”, confió la joven. En la actualidad, María Luz está haciendo un curso de computación y sigue con rehabilitación en el Instituto Delpiano. “Quiero seguir estudiando, desde muy chica sueño con ser profesora del Nivel Inicial porque me encantan los niños. Pero descarté hacer una carrera a la distancia, intenté el año pasado hacer periodismo a distancia pero me fue mal y no puede seguir porque me resultaba muy pesada, no llegaba con los tiempos. Me gustaría compartir el día a día de la experiencia de aprendizaje con compañeros y docentes, ojalá pueda empezar el año que viene”, contó. “Mi mayor defecto es ser perfeccionista”María Luz tiene dos hermanas mayores por parte de su papá, pero ninguna de ellas vive en la provincia. Creció con su papá Rubén Verón y su mamá Teresa Martínez que es empleada administrativa de la Escuela de Enfermería desde hace 40 años. Hace 6 años falleció su papá como consecuencia de un cáncer de riñón. “Mi mamá es muy buena, me motiva mucho y me contiene, a veces me empuja para que me anime a hacer cosas. Tenemos nuestras diferencias, claro, pero nos llevamos muy bien”, detalló. En cuanto a ella, se describe como una persona amorosa, charlatana, solidaria, compañera e inteligente.“A veces me cierro un poco, me cuesta contar mis cosas. Soy perseverante y positiva. Mi mayor defecto, creo, es que soy muy perfeccionista”, confió.





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