Sorpresa, expectativas y mucha indignación causó el anuncio del tarifazo eléctrico entre quienes invierten en Misiones y generan empleos genuinos, pero que otra vez se sienten “castigados” por un sistema que hace años los maltrata con las asimetrías que genera el elevado costo de la energía y la consiguiente pérdida de competitividad. El viernes, a última hora y aprovechando un fin de semana largo con poca repercusión mediática, las autoridades de Electricidad de Misiones SA anunciaron <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/213684/tarifazo-emsa-anuncio-subas-de-hasta-280_por_ciento.html">el nuevo cuadro tarifario que se aplica en la provincia con retroactividad al primero de febrero</a>, es decir, sobre el consumo que se verá reflejado en las facturas que lleguen a los usuarios en los primeros días de marzo. Según este nuevo cuadro, los clientes residenciales pagarán casi el doble (el 85% más) que lo que abonaron por la luz en enero de este año, y un porcentaje similar de aumento, aunque con costos más elevados, tendrá el comercio. “Dijeron números que nadie paga, porque en realidad las facturas son más caras y cada casa tendrá que pagar un promedio de mil pesos por la factura de luz”, se quejó un usuario que ayer realizó las comparaciones entre los números que dio Emsa y los que él ve reflejados mes a mes en las boletas. “Tengo un aire acondicionado que uso en verano y ningún lujo más. Pago 550 pesos de luz y ahora se va casi a mil”, agregó. Pero sin dudas, las más de mil industrias misioneras que consumen energía (muchas en media tensión) son las que tienen por delante el panorama más complicado, ya que el aumento que les impacta va desde el 200 al 286% para consumos promedios, que pasarán de 50 mil a 150 mil y más en febrero, según los modelos dados a conocer por la propia prestataria de electricidad el pasado viernes. “Siempre nos castigan a nosotros, a los que invertimos y generamos trabajo”, se lamentó Pedro López Vinader, presidente de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y del Norte de Corrientes (Apicofom), todavía sorprendido por el impacto que tendrá el tarifazo en la industria maderera que estaba en pleno proceso de programar su reactivación, y que ahora nuevamente deberá reacomodar los números para amortiguar el costo fijo que cambia todas las expectativas. Carlos D’Orazi, referente del comercio de la capital provincial, incluso fue más duro: “Nos castigaron tanto que ya no confío. Si este aumento sirviera para que mejorara el servicio eléctrico, bienvenido sea, pero históricamente estos excedentes fueron a parar a algún bolsillo particular o a la caja de la política, así que para mí, es una estafa”. Menor consumo y usos políticos D’Orazi es miembro de la Cámara de Comercio e Industrias de Posadas (CCIP) y un histórico defensor de los derechos de los comerciantes de la capital, siempre golpeados por las asimetrías con el Paraguay, la carga impositiva elevada en Misiones y el costo alto de la energía. Este sábado, tras analizar el impacto del tarifazo, fue contundente en la reflexión: “Mas allá de que vamos a recibir un aumento inferior al que tuvieron en Buenos Aires, de todas maneras nos quedamos con un monto realmente elevado porque nuestra energía ya es de las más caras. Esto va a repercutir y mucho en lo que a consumo general se refiere. La gente va a tener que hacer un esfuerzo muy grande en materia de erogación para pagar la luz y va a gastar menos en otras cosas. Esto nos impacta directamente”, señaló.Para el comerciante, sin embargo, el hecho de que se retraiga el consumo y la cantidad de circulante no es el dato más grave del tarifazo. “Creería que no es definitorio el hecho del aumento en sí, sino la incertidumbre que tenemos los misioneros por no saber a dónde va ese aumento”, dijo, para entrar en el meollo del “problema misionero con la luz”: “nuestro sistema provincial de distribución es deficiente, no tenemos luz por horas, no hay inversión. Mas allá de la indignación y la bronca que producen los aumentos, lo que me preocupa es que no sirvan para dignificar el servicio. Lo que cuesta, vale, pero nosotros hace años que pagamos un servicio caro y muy malo”, disparó. D’Orazi lamentó que en los últimos años, cada aumento que se aprobó en la tarifa eléctrica no fuera destinado a la inversión necesaria para mejorar el servicio. Los aumentos fueron “a las arcas de la política o a algún bolsillo particular”. Por ello, si este último y fatal tarifazo no se ve reflejado en un excelente servicio, “no tiene sentido y me parece una estafa. Hay que decir las cosas como son, le guste a quien le guste, porque así están dadas las cosas en Misiones”, finalizó. “Volvemos a las asimetrías”La Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y del Norte de Corrientes (Apicofom) tiene 120 socios que son, a la vez, grandes clientes de Emsa y las cooperativas, ya que casi todas las industrias de esta rama que tienen secaderos y utilizan energía en media tensión para mover las máquinas y producir. Justamente, los usuarios “de media” son los más golpeados por el tarifazo decidido por el gobierno provincial tras la caída de los subsidios nacionales a la energía y la unificación del precio de compra del megavatio/hora en el Mercado Eléctrico Mayorista para todas las distribuidoras. Todavía impactado por los anuncios, el presidente de la entidad, Pedro López Vinader, resaltó este último hecho: “Ya estábamos con un desfasaje importante en comparación con lo que pagaban los usuarios del centro del país. Se supone que ahora nos unificaron el precio de compra de energía al por mayor para equiparar a todos, pero si volvemos a tener este tipo de aumentos locales, vuelve a darse la asimetría que nos hace perder competitividad”. “No podemos volver a las épocas en las que la energía incidía fuertemente en el costo de producción. Este golpe vamos a tener que analizarlo y ver de qué manera se amortigua, y se da justo en momentos en los que estamos trabajando para reactivar la industria y volver a exportar”, se lamentó, recordando que por circunstancias internacionales, bajó el valor promedio de la madera aserrada de pino y bajaron algunas expectativas de mercados como el de los pallets para la industria petrolera, pero se mantienen altos los costos de logística que se negocian a precio dólar. “La logística es cara. Cuesta entre 70 y 80 dólares mover un metro cúbico de madera y en el mercado internacional nos ofrecen pagar entre 120 y 210 dólares por el mismo volumen. Casi no queda nada, y ahora, con estos costos de la energía, realmente se pierde toda perspectiva de mejorar”. Sin energía de calidadLópez Vinader coincidió con Dorazi al señalar que existen graves problemas en la
provisión de la energía en Misiones. “No hay energía de calidad, el problema de los cortes de luz es constante y hay zonas en las que la energía escasea y no se puede crecer. En la zona de San Vicente, donde tenemos muchos socios de Apicofom, hay gravísimos problemas por esta carencia que realmente golpea duro al sector”, dijo. Y lamentó que, con los nuevos cuadros tarifarios vigentes, se requerirá al menos cincuenta centavos por pie de madera para pagar las facturas de luz, a lo que habrá que sumarle el costo de los combustibles, los costos laborales y de mantenimiento. De inversión, difícil hablar en medio de este panorama. “Siempre nos castigan a los que más energía consumimos porque generamos más puestos de trabajo”, finalizó, esperanzado con que las políticas públicas de Misiones se reorienten a poner en valor la madera mediante subproductos que se elaboren en la provincia, porque “es la única salida posible”. Gruber: “Una oportunidad para la biomasa”Cristian Gruber es presidente de la Asociación Maderera, de Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap) que nuclea a 70 socios. En los próximos días la entidad tendrá una reunión con la Cooperativa de Electricidad de Eldorado Limitada (Ceel) para analizar el impacto en la aplicación del nuevo cuadro tarifario. Mientras tanto Gruber consideró, a título personal, que este aumento “era algo que se sabía que veía venir porque el costo de la energía estaba atrasado desde hace años y no acompañó los aumentos relativos de combustibles, mano de obra y demás insumos que se fueron dando en los últimos diez años”. “No es para sorprenderse, esa es la verdad, va a afectar en parte los costos, pero en ciertos aserraderos, dependiendo de la estructura, la tecnología y demás, la energía eléctrica no es de los costos más relevantes como sí lo son la mano de obra junto con la materia prima”, refirió, optimista.En esa misma línea dijo que "hay una cara positiva. Cuando queda muy barata la energía eléctrica, las renovables no se vuelven interesantes porque tienen altos costos de generación, pero cuando la energía eléctrica sube, proyectos como el de biomasa vuelven a tener su atractivo. Nosotros tenemos instalado y funcionando el generador por biomasa hace muchos años y produce 1,7 megavatios, que es lo que estamos consumiendo en isla, por fuera del sistema interconectado provincial. Para nosotros en este momento puede ser una buena noticia que al ser la energía eléctrica más cara, se pueda volver a poner la mirada sobre las alternativas".Fin de cicloLa Secretaría de Energía de la Nación emitió la Resolución 06/2016 que formalizó una medida de gobierno que ya se vaticinaba: decretó la caída de los subsdios nacionales a la energía y estableció un costo único para la compra del megavatio/hora en el Mercado Mayorista Eléctrico para todas las distribuidoras, con el fin de corregir los desfasajes que se daban entre consumidores del centro del país y de las provincias periféricas. Por estos cambios, la empresa Electricidad de Misiones pasó a pagar 350 pesos por megavatio/hora contra los 77 que pagaba en el mes de enero, y dicha diferencia determinó la readecuación del cuadro tarifario local que sufrió incrementos de entre el 75 y el 286%, según las categorías de consumo. La empresa Emsa también anunció que la tarifa social establecida por el gobierno nacional no será gratuita en Misiones, sino que tendrá un precio especial y sensiblemente más bajo que el resto de las categorías residenciales, con un promedio de cien pesos por mes. Contemplará a quienes consuman menos de 200 kwh mensuales, siempre y cuando se inscriban antes en la prestataria y demuestren cumplir con los requisitos establecidos por la Secretaría de Energía de la Nación.
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