El especialista Luciano Cassab, miembro de la Sociedad Argentina de Mastología, explicó que, “según algunos estudios, los bajos niveles de vitamina D se relacionan con diferentes patologías, entre ellas el cáncer de mama. La vitamina D contribuye, entre otras cosas, a aumentar la densidad mineral ósea, a colaborar en la absorción del calcio y a mejorar la función muscular. Es por ello que al activar esta vitamina, ya sea con la luz solar como al consumir ciertos alimentos como la leche, el huevo, la manteca y el pescado, ayudamos a fortalecer nuestro organismo y a reducir el riesgo de tener cáncer”.Asimismo, el mastólogo reconoce que la mayor exposición del físico que supone el verano, especialmente en indumentaria: mallas, escotes pronunciados, shorts, polleras y vestidos livianos, entre otros looks, generan una mayor preocupación por el cuerpo. Al boom de las dietas y el gimnasio, se le suman las consultas al cirujano plástico para un aumento de busto o la cada vez más frecuente reducción de senos. “Muchas son las pacientes que esperan la llegada del verano para mejorar su imagen corporal. Eso las lleva primero a la consulta con su mastólogo quién, luego de un examen y la realización de estudios complementarios para controlar la salud de las mamas, deriva al cirujano plástico”, manifestó el profesional.Dentro de las principales preocupaciones que se hacen presentes al acercarse el verano, figuran la alimentación balanceada y mantener un peso saludable, esto también forma parte de los cuidados más importantes para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. “La obesidad y el sobrepeso son factores que aumentan el riesgo, por eso se hace hincapié en disminuir el consumo de alimentos con alto contenido calórico, evitar el frecuente de “fast foods” y embutidos, así como limitar la ingesta de carnes rojas y, en cambio, privilegiar una dieta rica en vegetales y frutas”, recomendó Cassab. Y agregó que “las cerezas y ciruelas, frutas de temporada de verano, son ricas en fitoestrógenos, que reducen el riesgo de contraer cáncer de mama. Entre los vegetales, la zanahoria, el repollo, la espinaca y el morrón, por ejemplo, poseen alto contenido de carotenos, que también contribuyen a reducir el riesgo de enfermedad. Las vitaminas B6 y B9 han demostrado, asimismo, esta acción.”“Si bien el autoexamen no reemplaza la consulta anual con el mastólogo, ayuda a las mujeres a aprender a conocer la estructura de la mama para detectar anormalidades que, en caso de existir, llevarán rápidamente a la consulta con el profesional. El autoexamen siempre es mejor realizarlo luego de la menstruación, momento es que las mamas estarán menos congestivas”,concluyó el especialista.Fuente: Sociedad Argentina de Mastología





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