En caso de que el río se continúe comportando de esa manera no tendrán otra alternativa que abandonar sus hogares por más que muchos se nieguen a hacerlo. Mónica Romero, intendente de la isla Apipé, confió que esta situación se comenzó a generar el domingo y que durante el lunes las lluvias fueron torrenciales pero que “la gente no quiere moverse de sus casas, se están aguantando. Hoy (por ayer) el día amaneció soleado y con más razón no quiere irse. Pero si el mal tiempo persiste tenemos preparado el polideportivo para evacuarlos”. Manifestó que con la creciente la isla Apipé prácticamente quedó dividida en dos. La ruta que une a los poblados está cortada en unos 12 kilómetros, lo que impide llegar a escuelas, a centros de salud, a abastecerse. “Todavía tienen provisiones porque hace unos días la balsa estuvo abasteciendo a los negocios y a los pobladores que pudieron hacer las compras”, comentó la jefa comunal.Paralelamente, la lluvia que cayó en forma intensa el lunes por la tarde en Ituzaingó volvió a provocar la inundación de varios barrios que ayer todavía continuaban con el agua estancada en sus patios y en las calles de acceso. Incluso el suministro de energía eléctrica no se había restablecido en su totalidad a 24 horas del fenómeno meteorológico. (LEA TODOS LOS DETALLES EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL MIÉRCOLES 16 DE DICIEMBRE)





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