En el aire estaba suspendida la casa de Nelly Duarte, desde hace unos ocho años, cuando se inició la construcción de una obra en un terreno lindante, sobre la calle Misiones. Las maquinarias socavaron el terreno, que fue cediendo con el tiempo, y este lunes por la mañana sucedió lo peor: el baño y el muro que contenía a su vivienda, se derrumbaron por completo.La dueña de casa observó este "desastre" desde lo alto. Es que instantes antes de las 10.30 ingresó al predio en el que se encuentra el esqueleto de lo que, al parecer, será un edificio, para alertar a los obreros que dejaran de propinar tantos golpes a la estructura porque intuía lo que estaba por suceder.Respirando profundamente luego de cada frase e intentando contener el llanto, la mujer recordó cómo desde las alturas pudo ver que los cimientos de tanto sacrificio familiar se venían abajo.Por un instante quedó como petrificada. Pero su pensamiento se centró en los integrantes de su familia que estaban adentro y la hizo reaccionar. "Gracias a Dios, no pasó nada a nadie. Pero me quedó destruida la casa, no tenemos baño, no tenemos agua, nada", lamentó.Mirando desde lejos, como incrédula, recordó la sucesión de hechos y dijo que empezó con la caída de la medianera, situada en el costado, y la posterior clausura de la obra por el término de unos cuatro años. "Reclamamos, fuimos a la Municipalidad, hicimos notas, mandé cartas documento. Hoy (por ayer) terminó de ocurrir lo que era predecible. Era algo anunciado", acotó.Agregó que hace tres semanas, cuando lo derrumbado aún se podía sostener, "vino el responsable de la empresa y dijo que iban a venir al otro día, pero no aparecieron. Había que hacer un muro de contención porque se socavó el terreno y la casa quedó en el aire. Hoy se terminó derrumbando el baño y el muro de atrás. Gracias a Dios que no pasó nada porque hay niños, adolescentes. Hoy aparecieron los de la empresa inmediatamente, dijeron que iban a solucionar y empezaron a traer los materiales" pero al caer la tarde no hubo indicios.Según Duarte, "recomenzaron la obra hace dos semanas. Entonces al realizar el movimiento en el terreno, aceleró más aún el proceso. Por eso crucé a decirles a los obreros que paren de golpear, de tirar cosas, que la casa se venía abajo. Estaba parada dentro del edificio cuando vi como se caía la pared de la casa y me quedé inerte". Contó que ante la falta de respuestas, "mi esposo fue esta mañana (por el lunes) a averiguar los precios de los materiales para tratar de sostener. No disponemos de dinero para traer a alguien que arregle. Estamos ahí esperanzados de que se solucione y finalmente cayó, se derrumbó. Espero que esta gente mínimamente intervenga”.Piden mínima seguridadEugenio Dominico es vecino de Duarte. Recalcó que la obra se inició hace unos ocho años y que tiene "serias fallas constructivas". Manifestó que en su momento fue suspendida "supongo que por la comuna" y que "siempre vivieron allí personas que no respetaron a nadie porque estaban continuamente observando la casa. A veces, uno no sabe con qué nivel de inseguridad está corriendo porque se instalan con actitud desafiante".Denunció que los fines de semana se subían a la obra que no tiene barandas ni las mínimas condiciones de vallado y seguridad, adolescentes y niños de tres o cuatro años. "Suben hasta el cuarto piso y a la terraza descubierta, sin seguridad. Es en sí mismo un peligro y uno vive con la tensión que ocurra un accidente".Otra de sus preocupaciones radica en que "no se sabe si tiene sistema de excretas. Como acá no se puede hacer pozo negro porque no hay cloacas, deducimos que los efluentes de desechos van todos a los cauces naturales que desembocan en el Paraná, que esta aquí cerca. Todo este sector está repleto de entubamientos de cauces naturales. No hay ningún tipo de control y los reclamos que se hicieron nunca surtieron efecto, y ahora tenemos la desgracia del derrumbe de la casa del vecino".
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