DONETSK, Ucrania (Agencias y diarios digitales). Tibios combates en el este de Ucrania continuaban anoche durante la entrada en vigor del alto el fuego acordado el jueves pasado en la cumbre de Minsk, en la que participaron los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania. Al menos 18 civiles murieron en la zona en las últimas horas de acuerdo con los datos proporcionados por los militares ucranios y los separatistas prorrusos. Ambas partes desearon mejorar sus posiciones antes de que en la medianoche (19 en Argentina) se iniciara la tregua, y así se intensificaron los enfrentamientos.El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, dijo que la intensificación de los ataques separatistas ponía en riesgo el pacto de alto el fuego alcanzado el jueves en la capital bielorrusa. “Desgraciadamente, tras los acuerdos de Minsk, la operación ofensiva de Rusia ha aumentado significativamente. Los acuerdos de Minsk están en grave peligro”, aseguró Poroshenko en una comparecencia tras la visita del primer ministro húngaro, Viktor Orban. El mandatario ucraniano conversó por teléfono en la tarde de ayer con el presidente francés, François Hollande, la canciller alemana, Angela Merkel -impulsores clave del acuerdo-, y con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre la situación en el este de Ucrania.Kiev asegura que al menos catorce personas murieron en las últimas horas a causa del fuego de artillería disparado por los rebeldes. Seis murieron en el pueblo Schastie (Felicidad) y cinco en Gorniak (Minero); otros tres en Artiómonsk, según el parte militar.El Ministerio de Defensa de la autoproclamada República Popular de Donetsk informó, por su parte, de la muerte de cuatro civiles. Según Eduard Basurin, vicecomandante de las fuerzas separatistas, el ejército ucraniano lanzó 71 ataques de artillería contra varias ciudades y posiciones de los rebeldes, doce de ellos durante la noche de viernes al sábado. Los proyectiles, afirmó Basurin, causaron daños también en la infraestructura de Donetsk, particularmente en la fábrica química y en la red de gasoductos.En el frente, los combates se concentran en la zona de Debáltsevo, donde los separatistas aseguran tener cercados a unos 6.000 soldados ucranios. Kiev, que informó de ataques contra sus posiciones en esa estratégica ciudad, niega que sus fuerzas estén atrapadas. La importancia de Debáltsevo radica en su ubicación, a medio camino entre Donetsk y Lugansk, los dos bastiones rebeldes.Basurin, por su parte, manifestó que las tropas gubernamentales siguieron intentando infructuosamente romper el cerco tanto desde dentro como desde fuera. Además, avisó de que no permitirán la salida de los soldados de Kiev después de la entrada en vigor del alto el fuego, si estos no deponen las armas.“Probablemente mueran de hambre. No les vamos a atacar, pero tampoco los dejaremos que salgan del cerco”, declaró. Mientras, un militar ucraniano aseguró que habían estallado incendios en la ciudad a consecuencia de los bombardeos de la artillería separatistas y que al menos siete soldados perecieron y más de veinte resultaron heridos. Kiev volvió a acusar a los rusos de estar participando directamente en los combates de Debáltsevo, algo que Moscú niega categóricamente.Además de la lucha por Debáltsevo, los ucranios denunciaron ataques rebeldes cerca de Mariúpol, la segunda ciudad más importante de la provincia de Donetsk que controla Kiev. Se produjeron intensos combates en la aldea Shirókino, que, según afirman las autoridades ucranias, quedó prácticamente en ruinas por el fuego de la artillería y el ataque que lanzaron los separatistas para tomar por asalto las posiciones del batallón de voluntarios Azov.En Donetsk, el parlamento local comenzó a aprobar las medidas correspondientes para cumplir los acuerdos de Minsk. Denís Pushilin, vicepresidente del Legislativo rebelde y representante de los separatistas en las negociaciones, aseguró a los diputados locales que tanto Rusia como los europeos -Alemania y Francia- les garantizaron que Ucrania cumpliría “sus compromisos”.Moscú lanza acusacionesRusia acusó ayer a Kiev y a varios “países occidentales, sobre todo a Estados Unidos”, de “deformar” el acuerdo de alto el fuego para el este de Ucrania. “El hecho de que responsables de la parte ucraniana (…), así como los de algunos países occidentales, sobre todo Estados Unidos, se hayan mostrado solidarios con la opinión de los nacionalistas radicales del Parlamento ucraniano y comenzaran a deformar el contenido de los acuerdos de Minsk suscita gran preocupación”, afirmó el ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado.Rusia lamenta que Kiev y los países occidentales “pongan en duda la aplicación de las disposiciones concretas del documento”, apoyado oficialmente por Putin, Hollande, Poroshenko y Merkel.ContextoLa crisis ucraniana tuvo su origen el 21 de noviembre de 2013 cuando, luego de haber insistido durante un año en que firmaría un acuerdo político y comercial histórico con Unión Europea, el entonces presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, suspendió las negociaciones debido a la oposición de Rusia, país que desde hacía tiempo estaba en contra de que Ucrania estrechara sus lazos con la Unión Europea. Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles en los días siguientes, con lo que quedó en evidencia la profunda brecha entre el occidente proeuropeo y la base del poder de Yanukovich, en el este prorruso de Ucrania.La violencia que se gestó durante semanas se desbordó en febrero de 2014 después de un tiroteo entre los manifestantes y la Policía en la plaza Maidan (Independencia), en el centro de Kiev; hubo alrededor de 100 muertos.Posteriormente el país cayó en el caos con la renuncia de Yanukovich El separatismo se sintió más aún el 1 de marzo cuando el Parlamento ruso aprobó la solicitud del presidente Putin para enviar fuerzas armadas a Crimea, región autónoma del sur de Ucrania profundamente leal a Rusia. Miles de soldados rusoparlantes con uniformes sin distintivos entraron en la península. Dos semanas después, Rusia finalizó la anexión de Crimea a través de un referéndum al que Ucrania y la mayoría de la comunidad internacional consideraron ilegítima.En abril, el nuevo Gobierno ucraniano emprendió su primera acción militar formal en contra de los rebeldes prorrusos y desde entonces la violencia fue en escalada y hasta ahora se ha cobrado la vida de más de 5.000 personas, muchas de ellas civiles. Claves del acuerdo• Retirada de la artillería pesada y creación de una zona de seguridad de al menos 50 kiló
metros de ancho. • Las fuerzas leales a Kiev deben retirarse de la línea de contacto actual. • Los separatistas deben retroceder de la línea de contacto pactada el pasado septiembre en Minsk. • Negociaciones inmediatas para la organización de elecciones en las provincias orientales.• Entrega de los prisioneros y amnistía para los que han participado en los combates en las regiones del Este.• Retirada de todas las tropas y armas extranjeras del territorio ucranio. Desarme de todos los grupos armados ilegales.• Reforma Constitucional que entre en vigor antes de finales de este año, y definición de un estatuto especial para las regiones de Donetsk y Lugansk.• Si se cumplen las otras condiciones del acuerdo, el Gobierno de Kiev retomará el pleno control de la frontera con Rusia a finales de 2015.





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