GARUPÁ. Casi al límite de esta la localidad se encuentra uno de los barrios más tradicionales de la zona: Fátima. Hasta allí llegan el día de la celebración de la Virgen miles de peregrinos a pie, con la intención de agradecer bendiciones y realizar pedidos. Pero detrás de la Parroquia existe un barrio con más de 1.460 viviendas que también pide, pero sólo una cosa, vivir en condiciones dignas.Las quejas de los vecinos del barrio Fátima son varias, la primera es el deficiente servicio de cable. Resulta que en la jurisdicción de Garupá no llega el cable de televisión que utiliza la mayor parte de Posadas. Puede hacerlo – indican los vecinos – pero necesita de una habilitación por parte del municipio local. “Son ellos los que tienen que autorizar a que ingrese. Hay zonas frente a Fátima que tienen cable, lo que quiere decir que la voluntad por parte de la empresa nacional está, pero no puede ingresar sin que lo autorice Garupá y no hay ninguna intención de su parte. Nosotros nos sentimos aislados, nuestros hijos no tienen acceso a la televisión por cable, algo que en esta época es fundamental”, señaló Oscar Martínez, vecino del lugar, a PRIMERA EDICIÓN. Saben que no ver los programas de chimentos de las cinco de la tarde es un problema menor, pero trae aparejado otras cuestiones. “Nuestros chicos, en la era de la comunicación, no saben qué pasa. Pudimos poner televisión satelital pero es muy alto el precio y tuvimos que darlo de baja”, señaló Martínez. Además, “tampoco contamos con servicio de Internet. Los chicos tienen las netbooks que le dan en la escuela pero no pueden ocupar porque no hay conexión. Como tampoco hay señal en los celulares, ni 2G ni 3G y muchas veces nos agarra señal de Paraguay. A nadie le interesa, puede parecer una pavada pero no lo es, no tenemos que ser discriminados porque en el resto de la ciudad no tienen señal un rato y les reconocen el servicio. A nosotros, nada. No puede ser que la Argentina tenga un satélite propio en el espacio y nosotros no tengamos señales tan básicas”. Problema II: la falta de luz eléctrica“Hace tiempo cuento en el almanaque: hace dos años y cuatro meses que las pocas luces de alumbrado público que quedan, no se apagan. Están encendidas las 24 horas del día”, aseguró Martínez. Sucede que, de estar tanto tiempo prendidas, llega un momento donde el foco se recalienta y revienta, “y ese es un foco que no se cambia más, queda apagado de ahí en adelante”.Entonces, “el alumbrado público no existe. Tenemos una plaza que, además de descuidada, está a oscuras. Es un desastre, nadie del municipio se hace cargo”, se lamentaron vecinos del lugar. Dentro del barrio hay una delegación de Electricidad de Misiones Sociedad Anónima (Emsa) que es la encargada de realizar los arreglos y los cortes. “Tenemos casos donde le han sacado los medidores a familias que sólo debían una boleta, no les ha importado que sean abuelos o personas enfermas, lo han hecho así de todas formas”, dijo Martínez. Problema III: caminos y colectivos“Nosotros nos sentimos rehenes del intendente Luis Ripoll. Es él quien debe mediar frente a los organismos para asegurarse de que tengamos servicios básicos, como en el caso de los colectivos”, manifestaron vecinos del lugar. Pasa que el 45 es la única línea de colectivo que llega a la zona. “Ingresa por la avenida de Las Misiones (la principal) que también está hecha un desastre porque era un empedrado y encima pusieron una cinta asfáltica muy fina que sólo causó grandes pozos. El resto del barrio que vive a diez o quince cuadras de la avenida no tiene acceso al colectivo, entonces camina hasta la ruta, con todos los riesgos que eso genera para chicos y grandes”, se lamentaron los vecinos. “A nosotros nos mintieron. Desde la empresa Don Casimiro nos prometieron que iban a destinar una línea más de colectivos a la zona y nunca lo hicieron. Yo personalmente le entregué una nota al intendente contándole de esta situación pero, como de costumbre, ignoró nuestro problema”, expresó Martínez. “Ripoll tiene que hacerse cargo de solucionar estos problemas. Somos ciudadanos y tenemos los mismos derechos que todos”, finalizaron.
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