BUENOS AIRES (Agencias y diarios digitales). La presidenta Cristina Fernández de Kirchner quedó ayer formalmente imputada por el supuesto encubrimiento de iraníes en la investigación sobre el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), a raíz de la denuncia que había presentado el fiscal Alberto Nisman cuatro días antes de morir.El fiscal federal Gerardo Pollicita dio curso a la denuncia de Nisman y pidió investigar a la presidenta Kirchner y al canciller, Héctor Timerman, entre otros dirigentes, requiriendo además que se tomen varias medidas de prueba “con miras a comprobar la existencia del hecho y, consecuentemente, si el mismo puede ser penalmente reprochado”.Mediante un escrito presentado ante el Juzgado Federal 3 a cargo de Daniel Rafecas, el titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 11 también imputó al líder de La Cámpora Andrés “Cuervo” Larroque; al dirigente kirchnerista Luis D’Elía; al líder de Quebracho, Fernando Esteche; al exjuez Héctor Yrimia; al supuesto espía Héctor “Allan” Bogado y a Jorge Khalil, a quien Nisman había señalado como máximo representante de los iraníes en Buenos Aires.El pedido de Pollicita no incluye citaciones a indagatoria, como lo había sugerido Nisman en su denuncia, pero sí una batería de medidas que se mantienen en reserva y que ahora evaluará el juez Rafecas, quien suspendió su licencia y reasumirá en las próximas horas su Juzgado, el que por ahora subroga su par Sebastián Ramos.El fiscal pidió que se imponga el secreto de sumario en la causa y se ordene la desgrabación de unas 5 mil horas de escuchas telefónicas con las cuales Nisman basó su denuncia sobre un presunto plan operado por Cristina para encubrir a exfuncionarios iraníes y desviar la investigación por la voladura de la mutual judía en 1994.Específicamente, Nisman había denunciado que el Memorando de Entendimiento firmado con Irán fue un pacto para dejar sin efecto las circulares rojas de Interpol con pedidos de captura para los iraníes sospechados, a cambio de intercambios comerciales, lo cual implicaba construir una pista falsa en la que se acusara a grupos “fachos locales” por el ataque.“Parece claro, según el relato efectuado por Nisman, que el acercamiento que llevó a la suscripción del Memorando, no ha sido motorizado por Irán, sino que fueron las autoridades argentinas las que fomentaron el acercamiento con miras a materializar la maniobra reprochada”, sostuvo Pollicita.El fiscal, quien intervino en varias causas por presuntos hechos de corrupción en el Gobierno (entre ellos una causa por asociación ilícita contra los Kirchner), dio crédito entonces a la acusación de Nisman respecto a que la desvinculación de los iraníes podría traer como contraprestación una mejor ubicación geopolítica de la Argentina en Medio Oriente y el interés por el petróleo de ese país.“Existe numerosa evidencia que demuestra un fuerte interés comercial subyacente a las probadas acciones criminales direccionadas a garantizar impunidad, y que apuntaba a restablecer relaciones comerciales al nivel de los estados”, apuntó Pollicita.En el extenso escrito, el fiscal evaluó que “resulta claro que los iraníes sólo firmaron el Memorando de Entendimiento por haber acordado que ello sería suficiente para dar de baja las notificaciones rojas de Interpol y de esa manera lograr que sus funcionarios acusados puedan circular libremente por el mundo”.Pese al rechazo del Gobierno y de Interpol respecto a las supuestas gestiones para dejar sin efecto las circulares rojas, el fiscal aseguró que “el canciller habría realizado actos con los cuales buscó inducir a la baja” de las mismas, y “consecuentemente, satisfacer las aspiraciones persas”, pero remarcó que “ellos no tuvieron la recepción esperada” en el organismo internacional.Según sostuvo el fiscal, el Memorando significó una “omisión en materia de plazos” y también constituyó un “salvoconducto de impunidad”, dado que permite alegar que hubo “un acuerdo de partes y así viabilizar políticamente el restablecimiento de relaciones plenas entre ambos estados, sin solucionar realmente el tema Amia”.Nisman había presentado el 14 de enero la denuncia directamente ante el juez federal Ariel Lijo porque éste viene investigando desde hace años supuestas irregularidades y encubrimiento en la investigación del atentado a la Amia, aunque finalmente se declaró incompetente y, por sorteo, el expediente recayó en el Juzgado de Rafecas.Lijo tiene una parte de la causa en trámite y otra, entre la cual el expresidente Carlos Menem está entre los acusados, ya fue elevada a juicio oral y público, el cual podría comenzar a mediados de año.Son dos causas que se juzgarán en un único juicio: aquella por el pago de 400 mil dólares al supuesto reducidor de autos Carlos Telleldín para que involucre a personas inocentes en la participación del atentado; y otra por el desvió de la hipótesis de la denominada pista siria. Con PollicitaFiscales defendieron ayer a su colega Gerardo Pollicita y rechazaron las críticas del Gobierno por una presunta “maniobra de desestabilización”.“Deberíamos marcar que todo ciudadano, sea cual fuere el lugar que ocupa, puede estar sometido a cualquier nivel de investigación”, sostuvo el fiscal ante la Cámara Federal de Casación Penal, Raúl Plée, en referencia a la denuncia que pesa sobre la mandataria.En tanto, su par José María Campagnoli aseveró que ve “el ataque a Pollicita con gran preocupación” y lamentó: “Parece que nos olvidamos que el fiscal Nisman, después de hacer su denuncia, tuvo un ataque terrible y apareció muerto”.“Estamos acostumbrándonos a esta serie de agresiones y denostaciones del trabajo de jueces y fiscales que cuando hacen algo que incomoda a la Presidenta o al Gobierno se utiliza todo el aparato estatal como si fuese un gran estudio de abogados para defenderse”, criticó.Reacciones en la oposiciónEl presidente del bloque de diputados por el Frente Renovador, Darío Giustozzi, afirmó ayer que “es muy grave” tener al vicepresidente Amado Boudou procesado y ahora a la Presidenta imputada.En tanto su compañero de banca Adrián Pérez sostuvo que “más allá de las permanentes acciones del Gobierno por desacreditar la denuncia de (Alberto) Nisman hoy la Justicia c
onfirma que la misma tiene sustento y es fundamental que la Justicia actúe sin presiones ni intromisiones”.De su lado, el precandidato presidencial por el Frente Amplio Unen (FAU) Julio Cobos consideró que “no es normal tener un país un vicepresidente procesado y una Presidenta con un pedido de imputación, en alusión a Boudou y a Cristina. “Esto ya era de gravedad institucional, con la denuncia anterior que el fiscal Alberto Nisman había presentado, a lo que se sumó su muerte”, afirmó Cobos a DyN.La diputada nacional por el GEN, Margarita Stolbizer, consideró que “la imputación es fundamental para que se avance en la investigación de Nisman y que fue, sin duda, la causa de su muerte”, sostuvo Stolbizer sobre el fallecimiento del fiscal, que fue encontrado muerto a horas de exponer en el Congreso sobre su denuncia contra la Presidenta y distintos dirigentes oficialistas. Esperando al juezEl juez federal Daniel Rafecas suspendió su licencia y reasumirá en las próximas horas su Juzgado para evaluar el requerimiento que acaba de presentar el fiscal Pollicita en el que pide abrir una investigación contra la Presidenta por presunto encubrimiento del atentado a la Amia.Fuentes judiciales informaron que el magistrado, titular del Juzgado Federal Nº3, retornará antes de la licencia que tenía prevista hasta el 20 de febrero para evaluar la denuncia de Nisman que ahora impulsó Pollicita.Rafecas actualmente es subrogado por su par Sebastián Ramos, pero se prevé que luego del fin de semana largo, en las primeras horas del miércoles, retorne a su juzgado.




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