POSADAS. Ayer se inauguró el Centro de Control y Monitoreo de Transporte Público de esta ciudad, con la presencia del ministro de Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, quien además es precandidato a presidente por el Frente para la Victoria y aspira a competir en las primarias internas obligatorias con el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli.Participaron del acto funcionarios provinciales y municipales. La oficina del Centro de Control se encuentra ubicada en calle Alvear entre Ayacucho y San Lorenzo, pegada a la Subsecretaría de Obras Públicas de la Provincia.Luego de recorrer el pequeño edificio, el director del Centro de Control, Rogelio Salvado, funcionario de la Subsecretaría de Transporte de la Provincia, le explicó a Randazzo el funcionamiento del monitoreo, a través del cual se podrá conocer en el momento la ubicación, la velocidad, el recorrido y las distancias realizadas por los colectivos que prestan el servicio.El ministro esperó que el funcionario termine su breve comentario y apuntó su mirada a Hermes Almirón, subsecretario de Transporte de Misiones, a quien le dijo: “¿Cómo van a hacer con la tarjeta nacional?”.Almirón, visiblemente nervioso, respondió que está dialogando con funcionarios subalternos de Randazzo para que compatibilicen los dos sistemas: “Tenemos el mismo proveedor del sistema” dijo y “lo vamos a mandar para que se junten y vean los detalles técnicos para unificar”, agregó el misionero.La respuesta de Randazzo fue tajante, aunque el marco del encuentro quedó disimulada: “Mirá que no vamos a seguir poniendo plata si no tenemos una tarjeta única y una base de datos única… Tiene que haber una sola”, le espetó.Este diálogo se dio enfrente de otros funcionarios y periodistas.Y para asegurarse de que al funcionario misionero le quede claro, Randazzo añadió, palabras más palabras menos, lo siguiente: “El sistema tiene que funcionar en todo el país, tiene que servir para que un misionero vaya a Buenos Aires y pueda usar el transporte con su tarjeta y para que un porteño venga a Misiones a visitar a su familia y también lo pueda hacer”.Para algunos fue un detalle menor, pero otros entendieron las razones del cruce de palabras. El titular del “Grupo Z”, que estaba a pocos pasos del lugar, giró la cabeza y se corrió unos metros hacia atrás.Ocurre que la Sube misionera está controlada por una empresa privada, que hace algún tiempo tuvo relación empresarial con el “Grupo Z”, por lo cual desde la oposición denunciaron una relación entre los que prestan el servicio y los que lo controlan, sugiriendo que esa fiscalización sería irregular.Esa empresa, que es Servicios Urbanos SA, le traslada la información que recopila a la Subsecretaría de Transporte que maneja Hermes Almirón y recién después llega al Ministerio de Interior y Transporte de la Nación. Con esos datos, el organismo nacional deposita los subsidios para las empresas. Vale recordar que las empresas de transporte del “Grupo Z” cobran millonarios subsidios para combustible, para sueldo del personal y para otros gastos, que provienen de la Nación. Hace un tiempo, se descubrió que había empresas que falsificaban los datos, agrandando la cantidad de pasajeros transportados y las distancias recorridas, para recibir más dinero en subsidios. Hay una investigación en la Justicia Federal por esta cuestión.Conociendo el paño, Randazzo tomó la decisión de unificar y controlar todo desde su Ministerio, algo que viene ocurriendo ya en numerosas provincias, pero todavía en Misiones no puede hacerlo porque el “Grupo Z” y el Gobierno provincial acordaron su propio mecanismo de control creando el “Sube misionero”. Este control “misionerista” no es transparente, según cuestionan los usuarios y otros sectores sociales y políticos, que no ven con buenos ojos la sospecha de “negociados” millonarios con los subsidios nacionales.El foco de las críticas es que, a pesar de recibir cientos de millones de pesos, la calidad del servicio que presta el “Grupo Z” es deficiente, dejando numerosos barrios sin frecuencias durante los fines de semana, transportando a las personas como ganado en las horas pico, con escaso servicio en los barrios alejados y con uno de los boletos más caros del país para trabajadores, estudiantes y jubilados.Tiempo para campañaEl ministro Randazzo tuvo tiempo en su discurso para hacer campaña. Fue unos minutos después, cuando se inauguró formalmente (ya funciona desde hace dos meses) el tren de pasajeros que une Posadas con Encarnación y que también se adjudicó al “Grupo Z” sin la correspondiente convocatoria a licitación. “Me siento respaldado por la Presidenta, soy parte de este proyecto y adhiero a todas sus políticas”, dijo en un tramo del discurso el precandidato kirchnerista.“Hace siete años que soy ministro de este gobierno, la Presidenta me honró con la designación como ministro del Interior en 2007 y luego, en junio de 2012, me dio más responsabilidad con el Ministerio del Interior y Transporte”, recordó.Luego destacó otros logros de su gestión, como los nuevos documentos de identidad, los pasaportes, la política de seguridad vial y la recuperación de los ferrocarriles para el transporte de pasajeros. También agregó que es una deuda la recuperación del ferrocarril de carga entre Posadas y Buenos Aires, como así también el tren de pasajeros.





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