POSADAS. Seis misioneros mejoraron su calidad de vida a través del Programa Federal Incluir Salud Misiones (PFIS), que hizo entrega de cuatro sillas de ruedas, (dos neurológicas y dos estándar) y dos prótesis ortopédicas. De las dos sillas neurológicas, una fue entregada a Cecilia, una joven de 22 años de Colonia Yabebiry (San Martín). Su tía y mamá del corazón, María Elena, contaron que Cecilia nació con parálisis cerebral y desde sus 26 horas de vida vive con sus tíos, ya que su mamá la abandonó a horas de nacida. “La posibilidad de acceder a una silla de ruedas adaptada para ella le permitirá pasar menos tiempo en cama y salir a otros espacios de su casa y de su barrio”. La otra silla la recibió una niña de 10 años del barrio Evita de San Ignacio, con antecedentes de meningitis en el primer mes de vida y posteriormente encefalopatía crónica no evolutiva. En este sentido, la coordinadora del Programa en la provincia, Dalila Bühl, destacó “la tenacidad y el coraje de la mamá de la niña por ser capaz de cuidar a sus siete hijos y ser mamá del corazón de una pequeña de dos añitos”. Por otra parte, se entregaron dos sillas de rueda estándar. La primera fue para Catalina, de 20 años, oriunda de El Soberbio y damnificada por las inundaciones, a quien también se le facilitó un par de muletas. Ambos dispositivos fueron acercados a la beneficiaria por el equipo de Salud Pública que trabaja en la zona.La segunda silla de ruedas se entregó en las oficinas del PFIS a un adolescente de 12 años, que vive en Garupá, con secuela de parálisis cerebral que se realiza rehabilitación neurológica tres veces por semana, tanto su tratamiento como su traslado ida y vuelta al centro de rehabilitación es financiado por el Programa Incluir Salud. Una prótesis de pierna fue destinada a un hombre de 34 años, oriundo de Wanda, quien contó que “perdió ese miembro a causa de un accidente vial hace siete años”. Además, el programa cubrió su traslado ida y vuelta durante el proceso de prueba y adaptación de la prótesis ortopédica. La otra prótesis es de bajo codo (mano y antebrazo) para una niña de 10 años que vive en Garupá.
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