POSADAS. Decisión política. Esa es la respuesta que brindan todos los especialistas consultados por este diario cuando se les pregunta por qué aún hoy Misiones no cuenta con una Policía Judicial, como efectivamente sucede en el resto de las provincias del país.En realidad, esa respuesta parece tener dos verdades. Porque por un lado dicho órgano ya fue promulgado por ley provincial en noviembre de 2013, como pudo confirmarlo PRIMERA EDICIÓN. Sin embargo, desde entonces pasaron más de siete meses sin novedades. De la teoría a la práctica resta aún andar un largo camino que, según parece, nadie está dispuesto a recorrer. ¿Qué es la Policía Judicial? Se trata de un órgano específico de especialistas encargados de, por ejemplo, preservar y recolectar pruebas en una escena del crimen. Ese trabajo actualmente está en manos de la Policía provincial, pese a que el modelo investigativo que predomina en el país es otro.Actualmente, son las policías judiciales las que acuden primeramente a un hecho de sangre y realizan el trabajo de campo en la escena. El objetivo es claro: judicializar la investigación de manera que sea el propio director del proceso -en nuestro sistema, el juez; en otros, el fiscal- quien maneje el procedimiento desde el vamos. La meta final es aspirar a una investigación y, por ende, a una Justicia plenamente independiente.Si bien es cierto que en muchos casos los peritos de Criminalística de la fuerza provincial han demostrado estar a la altura de las circunstancias (incluso después terminan formando parte de las policías judiciales), eso no quita que realmente deba ser la Justicia -a través de un ente autárquico e imparcial- la encargada del trabajo investigativo. “Por un lado, la Policía depende funcionalmente como fuerza auxiliar del juez o fiscal y, por el otro, administrativamente de la línea jerárquica policial, del Ejecutivo. Esa dualidad genera una doble dependencia que debe terminar”, explicó meses atrás el legislador Ariel Kogan, de la Cámara de Diputados de Neuquén a los medios de esa provincia, en medio del debate. Independencia de poderes. Y de criterios. La Policía depende del Poder Ejecutivo, al que debe rendirle cuentas. La Justicia, al menos en la teoría, no.Hecha la ley…Hace casi dos años, en octubre de 2012, la Cámara de Diputados de la provincia trató el proyecto de creación de la Policía Judicial en Misiones. Un año después, en noviembre de 2013, los legisladores entendieron dicha necesidad y finalmente sancionaron la constitución del órgano. Sin embargo, desde entonces se avanzó poco y nada.“Créase en el ámbito del Superior Tribunal de Justicia el Cuerpo de Investigaciones Judiciales Complejas”, se lee en el artículo 54 de la ley IV-62, tal el nombre con el que los legisladores bautizaron a la flamante dependencia.En el documento se brindan detalles al respecto, como que dicho cuerpo tendrá un jefe y un subjefe, actuará por orden de los jueces de turno -tanto de Instrucción como en lo Correccional- y tendrá a su cargo la “conducción y supervisión de (…) la Policía Judicial Científica del Superior Tribunal de Justicia, (…) el Departamento Pericial Científico”, dos departamentos que, una vez más, existen solamente en los papeles.La ley también establece que el Cuerpo de Investigaciones también tendrá la dirección “administrativa y científica” de todas las Secretarías de Investigaciones de Delitos Complejos (Saic). De todas.Y todo volvió a quedar en la teoría. Es que en 2011 se había ordenado la creación de una Saic en cada circunscripción judicial, es decir, una en Posadas, otra en Oberá, una tercera en Eldorado y la cuarta en Puerto Rico. Sin embargo, hasta el momento la única que fue creada es la que funciona en la capital provincial, que debe cumplir la función de las tres que aún no existen y trabaja en todos los casos trascendentes que se presentan en Misiones, con la situación que eso conlleva.Sin recursos ni inversiónJustamente, actualmente es la Saic la que cumple con el trabajo que debería realizar ese inexistente Cuerpo de Investigaciones Judiciales Complejas, la esperada Policía Judicial.Este medio pudo saber que en esa dependencia trabajan hoy no más de 15 efectivos que se deben repartir las causas más resonantes de la Justicia misionera. Como mínimo, deberían ser 30. Y ni hablar de los recursos tecnológicos con los que cuenta: se necesita de una importante inversión en equipamiento, principalmente para el tratamiento y levantamiento de pistas en la escena del crimen, el trabajo más sensible de una pesquisa, que puede determinar el éxito o el fracaso en una causa.Las comparaciones, odiosas pero necesarias, llevan a una rápida reflexión. En Chaco, por ejemplo, funciona desde 2005 el Gabinete Científico del Poder Judicial. Tiene una sede central en Resistencia y delegaciones en las cuatro ciudades más importantes de la provincia. Gracias a una importante inversión, realiza todo tipo de tareas periciales. En total, trabajan allí cerca de 60 profesionales especializados.La misma cantidad de recursos humanos y tecnológicos se puede observar en las dependencias de la Policía Judicial que funcionan en Salta, Córdoba, Catamarca y La Rioja, por nombrar solamente algunas. Todas cuentan con laboratorios que permiten obtener en pocas horas o en apenas días resultados balísticos y/o genéticos.Pese a que la teoría ya está lista, en la realidad Misiones sigue demasiado lejos. Para pruebas de absorción atómica -utilizadas, por ejemplo, para establecer si el acusado por un crimen tiene restos de pólvora en sus manos- la Justicia local debe enviar las muestras justamente a Resistencia, con el retraso que eso supone. Y entonces se pierde aún más tiempo en una pericia que, de contar con los recursos necesarios y con una Policía Judicial propia, podía haberse realizado en la provincia y en apenas horas.





Discussion about this post