SAN PABLO, Brasil (Medios Digitales). Según lo publicado ayer por el diario “O Estado de Sao Paulo”, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, podría ser imputada por las pérdidas ocasionadas con la compra de una refinería en Texas por parte de la petrolera estatal Petrobras, la cual contó con el aval de la mandataria.La atribución de la responsabilidad de Rousseff fue recomendada por el Ministerio Público y la procuraduría del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU). Ambos organismos investigan y han cuestionado las circunstancias de la compra de la refinería de Pasadena, concretada durante el pasado gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, y que fue aprobado por la presidenta, quien en la época presidía el consejo de administración de la petrolera.En el informe, los auditores designados para el caso recomiendan que los responsables por la negociación sean responsabilizados por eventuales pérdidas de la estatal. El documento servirá como base para que el TCU emita un informe final, el cual vería la luz en junio próximo, dos meses antes de que se celebren las elecciones presidenciales en las que Rousseff buscará la reelección.Los auditores piden que los altos mandos de Petrobras, “incluyendo los miembros del consejo de administración” respondan “por daño a los cofres públicos, por actos antieconómicos y por gestión temeraria”.Las críticas al negocio, refieren puntualmente al hecho de que en 2006 Petrobras pagó 360 millones de dólares por el 50% de las acciones de Pasadena, cuando, un año antes, la empresa belga Astra Oil, que pasó a ser su socia, había desembolsado por ella 42,5 millones de dólares.





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