BUENOS AIRES. Tras la devaluación que indujo el Gobierno nacional a fines de enero, las grandes cadenas de electrodomésticos dejaron de financiar en 12, 18 y 24 cuotas sin interés. De golpe, pagar a plazo pasó de ser algo casi gratuito (la inflación iba licuando el impacto en las últimas cuotas) a tener recargos que superan al 80%.Adquirir este tipo de productos a un año con tarjeta puede llegar a costar un 40% más (en algunos casos llega al 50%, superando los niveles de inflación actuales. Pero si la compra es en 24 cuotas, el recargo puede llegar a encarecerse aún más: entre 65% y 85%. Es decir que pagar 1.000 pesos en 12 meses implica devolver entre 300 y 400 pesos extra.“El costo de financiar se hizo muy grande. Por eso, la mayoría de la gente dejó de pagar en 12 cuotas: trata de ajustarse un poco y pagar todo en 6 meses”, contó un vendedor de una tienda líder. La mayoría sólo permite comprar en seis cuotas sin interés.Un claro ejemplo son los televisores. A poco de comenzar el mundial las grandes cadenas esperaban mantener para esos productos la financiación de más largo plazo (para Sudáfrica 2010 hubo planes de hasta 50 cuotas) pero la devaluación frenó esos planes.Cuatro años atrás, un modelo de 32” podía adquirirse en 50 cuotas de 90 pesos. Para Brasil 2014, según prevén en la consultora especializada en consumo GfK, los modelos más buscados serán los LED Full HD de entre 39 y 50 pulgadas, aparatos que cuestan entre 6.500 y 17.000 pesos.En los productos para el hogar estos cambios tuvieron gran impacto. Y no sólo el crédito se encareció: a los aumentos “por las dudas” que hubo, hay que sumarle que el Gobierno la semana pasada autorizó un aumento de hasta un 7,5% en los productos del rubro.Otros rubros como puede ser ropa, calzado o muebles también lo sufren. “Si en enero uno podía comprar un colchón en 24 o 12 cuotas sin recargo, ahora tiene sólo 6 o nada. Sin esa posibilidad, cada pago se hace más caro y la gente no compra: entonces, el consumo se está retrayendo con fuerza”, afirmó Vicente Lourenzo, secretario de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).Según los expertos, estos cambios encienden una luz amarilla sobre uno de los pilares del modelo de la última década como fue el consumo y la posibilidad de sortear la inflación pagando a uno o dos años.Diversos relevamientos demostraron que, por vender en 12 cuotas, los principales minoristas ya aplican recargos que van del 30 al 40% promedio (en algunos casos superan el 50%), por encima del nivel de inflación. Así, por cada 1.000 pesos, ahora pagar a un año implica devolver eso más 300 pesos o 400 pesos extra que antes no se cobraban. Por 18 pagos, los negocios calculan las cuotas sobre precios 45 a 60% más altos. Y con dos años de plazo, el adicional oscila entre el 65 y 85%.Para los electrodomésticos, los cambios fueron notorios. Desde mediados del año pasado, las principales cadenas y los hipermercados venían ofreciendo 18 y 24 cuotas sin interés en ciertos productos, y 12 para todos. Pero este mes, tras el acuerdo con el Gobierno para retrotraer subas de precios con un techo del 7,5%, las cuotas sin recargo bajaron a 6.Así, por ejemplo, un smartphone Samsung que sale 6.126 pesos en efectivo puede pagarse hasta en 6 cuotas de 1.021 manteniendo el precio final. Pero si se compra a un año, los pagos no serán de 510 pesos sino de 694 pesos, elevando el costo total un 36%. Y al abonar en 24 meses, el cálculo se hará sobre un precio final de 11.184 pesos, 83% más alto. Por un lavarropas Whirpool de 4.616 pesos hay que poner 1.672 pesos más a 12 meses, 2.544 pesos más a 18 meses y 3.471 pesos más a 24.En las grandes cadenas de artículos para el hogar hubo planes de 15 cuotas sin interés que bajaron a 6, unos de 6 que quedaron en 3 y otros que dejaron de ofrecerse, con efectos similares. Por ejemplo, que el costo final de un taladro Bosch en 15 pagos haya saltado de 854 pesos a 1.162 pesos, y que el de una grifería FV se haya ido de 1.446 pesos a 1.968 pesos.Por otra parte, las grandes agencias de turismo redujeron los planes sin interés, en general, de 18, 15 o 12 cuotas a sólo 9, 6 o menos, salvo en ciertas empresas y con algunos bancos. Así, mientras el año pasado se podía pagar en 12 cuotas con la mayoría de las tarjetas, hoy eso suma recargos del 25 al 40%, y ya no se ve los planes de 18 o 24, comunes en otra época.El fenómeno pega también en el rubro automotor y en comercios chicos de muebles, ropa y calzado, entre otros.Por otra parte, las grandes agencias de turismo redujeron los planes sin interés, en general, de 18, 15 o 12 cuotas a sólo 9, 6 o menos, salvo en ciertas empresas y con algunos bancos. Así, mientras el año pasado se podía pagar en 12 cuotas con la mayoría de las tarjetas, hoy eso suma recargos del 25 al 40%, y ya no se ve los planes de 18 o 24, comunes en otra época.Con estos cambios, los expertos advierten que cae uno de los grandes sostenes del consumo de los últimos años: la posibilidad de “ganarle” a la inflación pagando a uno o dos años. Ahora, el sólo acceso al crédito tiene un recargo tan alto o más que la inflación proyectada.Consultado por Clarín, Daniel Vardé, socio líder de Consumo Masivo de Deloitte, indicó que la reducción de las promociones se debe al aumento de las tasas de interés y a que la devaluación tendió a encarecer el precio de los productos. Aún así, cree que las cadenas de electro, para vender, tendrán que “reimplantar” algunas promos de cara al Mundial. “Las cuotas sin interés tuvieron su auge en 2010. Los planes llegaban a 50 pagos, la gente veía los bienes durables baratos y compraba mucho. Pero este año las tasas subieron, el costo financiero se disparó y, al crecer también los precios, prevemos que el consumo al menos se estanque”, advirtió Soledad Pérez Duhalde, analista de la consultora Abeceb.com.Tras todos estos cambios, según la Universidad Di Tella, la predisposición de la población a comprar inmuebles y bienes durables se derrumbó en febrero un 59%. Fue la mayor caída mensual registrada en los últimos 16 años.





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