POSADAS y CANDELARIA. Durante cuatro horas lo obligaron a manejar sin rumbo por las calles posadeñas con un arma en la cabeza. La pesadilla, que parecía tener final incierto, acabó en Candelaria pasado el mediodía. La víctima fue liberada y los ladrones huyeron con alrededor de 90 mil pesos en efectivo.Ese fue el calvario que un empleado obereño asegura haber vivido ayer por la mañana, al ser interceptado por dos “motochorros” que lo mantuvieron como rehén durante casi cuatro horas a bordo del vehículo con el que había llegado a Posadas para depositar el dinero en una entidad bancaria.La denuncia fue radicada después del mediodía de ayer, cuando la víctima fue liberada, según pudo saber PRIMERA EDICIÓN. Al cierre de esta edición, efectivos policiales buscaban intensamente a los presuntos autores del hecho, quienes se movilizaban en una motocicleta con matrícula paraguaya y hablaban con marcado acento de aquel país.A punta de pistolaLas fuentes le informaron a este medio que todo comenzó alrededor de las 10 de ayer sobre la avenida Rademacher, uno de los principales accesos al centro de la capital provincial.Por esa vía circulaba un utilitario Fiat Fiorino al mando de un hombre de 35 años, empleado de una empresa dedicada a la venta de cemento y otros, emplazada en Oberá. Según dijo el propio sujeto, llegaba a Posadas con 90 mil pesos que debía depositar en una entidad bancaria de la “city” capitalina por orden de su patrón.En determinado momento y en un lugar que no recordaba debido al nerviosismo, decidió estacionar y llamar por teléfono a su jefe para recibir indicaciones. Ese fue su error. Cuando se dio cuenta, estaba rodeado por dos delincuentes.Los ladrones llegaron en una motocicleta negra de entre 110 y 125 cilindradas, con matrícula paraguaya. Uno de ellos, vestido de negro y con el casco puesto, le apoyó un cuchillo en el estómago. Mientras tanto, el otro, de remera roja, contextura física robusta y con ausencia de varias piezas dentarias como seña particular, lo encañonó con un revólver.A punta de pistola, el malviviente le exigió que conduzca por distintos puntos de la ciudad, mientras su cómplice seguía la Fiorino a bordo de la motocicleta. El “paseo” fue eterno: el empleado obereño manejó durante casi cuatro horas con el arma en su cabeza, sin saber que sería de su destino.Después de recorrer una buena parte de la capital provincial, el “pistolero” le exigió a su rehén que se dirija hacia Candelaria, a unos 20 kilómetros de Posadas.Ya en esa localidad, se trasladaron por distintas calles hasta llegar al barrio 20 de Junio. Ahí el ladrón de remera roja tomó el maletín con los 90 mil pesos, descendió del utilitario y fue al encuentro de su cómplice, que lo aguardaba a pocos metros. Ambos huyeron a toda velocidad, según contó la víctima.El empleado cementero no sufrió lesiones y rápidamente se dirigió hasta la comisaría de Candelaria, donde radicó la correspondiente denuncia. Enseguida, efectivos de esa dependencia, del Comando Radioeléctrico y de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional X con colaboración de sus pares de la UR-I y de la Tercera posadeña montaron un amplio operativo de búsqueda.El procedimiento policial incluyó también una serie de retenes en las principales vías de salida de la ciudad y, sobre todo, camino hacia el puente internacional que une a Posadas con Encarnación, ante el riesgo de que los ladrones -presuntamente paraguayos- intenten regresar a su país. Por el momento no se habían obtenido resultados.




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