POSADAS. Una menor de once años se encuentra embarazada de siete meses, producto de reiterados abusos sexuales. Por el aberrante hecho fueron detenidos la “madre” de la víctima, bajo sospecha de ser encubridora de los vejámenes que sufrió la criatura, como así también su padrastro, un pastor evangélico (59), y el hermano gemelo de éste. El lamentable caso salió a la luz durante la jornada de ayer y tras la denuncia que efectuaron profesionales de la salud, al detectar que la nena estaba gestando un avanzado embarazo. Por tratarse de una menor se dio intervención a la Policía. Personal de la comisaría de la Mujer, dependiente de la Unidad Regional X -con asiento en la capital provincial-, se entrevistó con la “progenitora”, quien le habría referido a los investigadores que su hija quedó en ese estado producto de abusos por parte de un “noviecito”, quien luego de enterarse que iba a ser padre, se dio a la fuga, presumiblemente hacia la provincia de Buenos Aires. Pero a las pocas horas de esta declaración, los efectivos se enteraron de un dato que echó por tierra todos sus dichos. Es que la nena fue sometida a un análisis de orina, en virtud de que padece una infección urinaria. En los resultados, quedó demostrado que existían vestigios de semen en los citados fluidos corporales. Esto evidenció que la menor fue abusada sexualmente en forma reciente, por lo que la versión que dio su “madre”, la del supuesto “noviecito”, comenzaba a diluirse y a perder peso. Algo no encajaba, por lo que al ser notificado de la situación el juez de Instrucción 7 subrogante, Marcelo Cardozo, fue en persona hasta la Comisaría de la Mujer, para interiorizarse del caso. Un panorama terroríficoDe esta manera el citado magistrado acudió al lugar donde se hallaban los involucrados, ordenando la inmediata detención de la “progenitora” de la niña madre, ya que su versión de los acontecimientos estaba poco clara y además se contradijo en varias ocasiones, como así también el arresto inmediato de los principales sospechosos de perpetrar el abuso sexual: el padrastro de la menor -de 59 años- y un hermano gemelo de éste. Los adultos residían bajo el mismo techo con la nena, en un conglomerado habitacional conocido como “Zona de oleros”, en Itaembé Miní. Uno de los acusados, el hombre que profesa la religión evangélica, es actual pareja de la “madre” de la nena. Mientras que el hermano gemelo de este individuo, y este dato es un indicio no menor, registraría antecedentes por abuso sexual, revelaron las fuentes consultadas. Las sospechas contra la “progenitora” de la chiquita no son menos graves, teniendo en cuenta que se trata de la persona que debe cuidar y tratar de darle lo mejor. La protección materna en este caso y de comprobarse que fue encubridora de él o los depravados, estuvo ausente. Fue una enfermedad, una dolencia urinaria, la que permitió que los investigadores desecharan la versión que habría brindado la “madre”, para que las sospechas apuntaran a quienes pasaban día a día junto a la criatura. En este caso quedaron en el centro de la escena del delito, como presuntos abusadores, el padrastro y el hermano de éste. Los operativos que derivaron en las detenciones estuvieron a cargo de personal de la División Investigaciones de la Unidad Regional X.





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