POSADAS. Incertidumbre es la palabra que más se ajusta para describir la situación por la que atraviesan las concesionarias locales de venta de vehículos tras darse a conocer la aplicación de un nuevo impuesto sobre los autos de alta gama, la suba del dólar oficial y la flexibilización del cepo cambiario.Nicolás Selva, gerente de ventas de Selva S.A., recordó que durante los meses de noviembre y diciembre, cuando apenas empezaban los rumores sobre este posible aumento, “la gente salió a comprar todos los autos de alta gama que había en stock. Ahora tenemos la lista de precios con el impuesto incluido, y si bien se registró un incremento, no fue considerable porque está subsidiado por Ford. Sigue siendo competitivo, pero el problema es que no hay disponibilidad de unidades y nos avisaron que los modelos que no salieron de Europa ya no estarán disponibles”. De esta manera, la Kuga, el Mondeo y la S Max, serán, de ahora en más, los grandes ausentes de la marca.Respecto al impacto en las ventas, Selva dijo que la segunda quincena de enero se presenta “muy tranquila”. Muestra de ello, es el amplio salón de exposiciones que se encuentra prácticamente vacío. “Estamos en la época donde tenemos que salir a buscar al cliente. No se puede esperar acá sino que tenemos que salir a recorrer. Se espera un año de menor movimiento que el año pasado”, agregó el joven empresario.A su entender, la inflación está afectando muchísimo el rubro automotriz. “Hay autos que están subiendo un 2 o 3% mensual. Una Ford Ranger que vale 360 mil pesos que suba ese porcentaje anual es muchísimo. La situación es preocupante. Es un momento en el que tenemos que comenzar a bajar los costos fijos y aguantar. Creo que tendremos un 2014 y 2015 complicados”.Confió que durante noviembre y diciembre “se hicieron varias operaciones. “Fueron buenos meses, pero vamos a ver qué pasa de ahora en adelante. El boom ya pasó. Estamos patentando muchos autos pero son de operaciones realizadas el año pasado cuando, por lo general, diciembre es un mes de muy bajo patentamiento para no pagar el año modelo”.La oportunidad del usadoGabriel Armando Falco, socio gerente de Armando Automotores, opinó sobre el escenario actual que hasta que el mercado se reacomode, en tres o cuatro meses, la situación será propicia para trabajar con los usados. “Creo que el gran negocio de este año serán los usados porque el cero está intocable. Una camioneta de alta gama vale 120 mil dólares. Una Kia Sorento o una Hyundai Santa Fe significan casi un millón de pesos. Y acá la gente gana en pesos no en dólares”, ejemplificó.Aseguró que “vamos a seguir en el mercado, siempre estuvimos y ahora no vamos a bajar los brazos. Es ahora cuando más hay que poner el pecho y seguir adelante, tratando de buscar la vuelta con los usados. Si aparece algún pedido de un cero kilómetro trabajaremos sobre eso pero no vamos a stockear como lo veníamos haciendo. Desde diciembre a la fecha estamos con muy pocas consultas, no más de un 5%. La gente mira y se vuelca más a lo importado, pero usado. Con el dólar a 8 y un 50% de arancel es imposible que te compren un auto ahora”.Además de estas cuestiones, sostuvo que la presión impositiva que tenemos en Misiones “es muy alta” y “complica el normal desarrollo de la actividad”. Esperando directivasPara González Automóviles S.A.y de acuerdo a lo expresado por Rolando Aranda, gerente de ventas de la concesionaria oficial de Chevrolet, “el año empezó bien”. Señaló que a fin de año es una época de falta de productos porque durante enero Generals Motors (GM) cierra por mantenimiento y “eso hace que en algunos modelos no haya disponibilidad de productos. Pero por lo general toman la previsión que la cantidad de unidades remanentes sean suficientes para que se pueda pasar bien durante el primer mes del año”.Sobre el nuevo impuesto, dijo que son cuatro modelos de Chevrolet los que se vieron afectados: la Captiva LT, Captiva LTZ, Trailblazer LT y Trailblazer LTZ, que son vehículos que superan los 170 mil pesos. De todos modos, “el cliente potencial para ese tipo de vehículos puede seguir comprándolo porque el que lo adquiere tiene un vehículo similar y no verá afectada su inversión”, dijo.Sostuvo que el 2013 fue un año muy bueno en ventas y que desde la fábrica existen expectativas de crecimiento “que se darán en forma progresiva, a medida que se irá viendo cómo evoluciona el mercado. El año pasado el mercado creció mucho. Hay que ver si crece en el orden de un 4% que es la perspectiva que tiene la fábrica”.Aranda admitió que la variación del dólar genera una “cierta incertidumbre” pero desde la fábrica “aun no existe una política determinada. Estamos aguardando las directivas procedentes de GM. Por ahora brindamos información necesaria a los clientes que vienen en busca de ella”.Contó que como a fines del año pasado, las vedettes continúan siendo el Prisma y el Onix, ambos modelos lanzados a mediados de 2013, que tuvieron una muy buena aceptación entre el público. “Son dos plataformas nuevas de GM que están evolucionando mucho”, dijo, y no descartó que para este año se sume un modelo con caja automática.Se volcaron a la doble cabinaCarlos Lowe, director comercial de Lowe S.A., explicó que en su empresa el impuesto alcanza a modelos como el Vento 2.0, la Tiguan, la Touareg y el Scirocco, que conforman el 5% de ventas de vehículos de alta gama. “Hoy la venta de ese tipo de vehículos, es nula. Un Scirocco estaba en 194 mil pesos, hoy debe rondar los 400 mil y no se lo vendemos a nadie. No sé qué vamos a hacer con ellos. Una Tiguan que estaba a 230 mil pesos, se fue a casi 600 mil”, enumeró el empresario.Confió que a raíz de este “movimiento” se incrementó la demanda de las camionetas de doble cabina como la Amarok, que está exenta de este impuesto y que es considerada premium o de alta gama por la tecnología, el equipamiento, las prestaciones y la performance. “Si a la Amarok la comparamos con una Tiguan, en prestaciones es prácticamente lo mismo, solamente cambia el formato del vehículo”, agregó.Indicó que “existe incertidumbre con lo que esta pasando. Con lo que fue el jueves el cimbronazo del dólar oficial, la fábrica paró la facturación de unidades hasta tanto se acomoden los precios. Cuando se aquieten las aguas, acomodarán los precios a lo que es el dólar de mercado. La gente vino desesperada a comprar autos y nosotros
optamos por ver qué pasa”.Al comparar la venta manifestó que este mes cayó un 10% en comparación de enero de 2013. “Pero venía bien. Se estimaban 100 mil unidades para el primer mes del año. Pero estoy convencido que la venta se va a retraer.Vamos a ve qué pasa. Pensábamos que iba a ser igual que el año pasado. Si caía un 10 a un 20% igual sería un buen año porque en el 2013 se batieron todos los récords a nivel país, provincia, localidades. Misiones fue las que más creció a nivel país en patentamientos. Es una industria que mueve, que recauda, que otorga fuentes de trabajo así que esperamos que siga la venta”, expresó.Por el momento, “lo que vamos a hacer es ir vendiendo no para ganar dinero sino para cubrir los compromisos que están asumidos con los clientes e ir pagando los gastos operativos de la concesionaria. Prefiero quedarme con los autos que con el dinero”, dijo, mientras sugirió que “hay que tranquilizarse” ya que en ocasiones “el argentino suele ser un poco extremista”. La opción del FluencePara Javier Menor, gerente de ventas de Servando Menor S.A., las ventas del 2014 “arrancaron muy bien, con un enero que creo que va a cerrar mejor que el del año anterior. Era algo que nadie esperaba, pero que se dio por este envión de la incertidumbre del nuevo impuesto. La gente no estaba interiorizada a quién iba a afectar y a quién no. Calculo que en los primeros días de febrero vamos a tener definido cuáles son los precios de los autos a los que le afectó el impuesto”. En el caso de su empresa, afectará a muy pocos modelos porque en su mayoría son nacionales o vehículos menores a 170 mil pesos aunque “un par de ellos se dispararon y quedaron fuera de mercado como la Renault Koleos y el Megane 3. Son vehículos que no pueden competir con los que quedaron debajo de ese precio. Existe una brecha muy grande entre los autos que estaban en el precio público de 220 mil pesos y los que valían ese precio y ahora pasaron a valer prácticamente 450 mil pesos”.Ante esta perspectiva, Servando Menor continúa comercializando el Renault Fluence que es “nuestro vehículo de mayor gama, al mismo precio que comercializábamos en diciembre”. Es de producción nacional, fabricado en la provincia de Córdoba.Menor cree que “esto va a provocar que este tipo de vehículos de producción nacional suban un poco el precio porque van a ocupar el mercado que quedará libre. Y la demanda de importados de alta gama tenderá a desaparecer porque los precios serán realmente desorbitantes”.Observó que “la gente aceleró el proceso de compra o decidió endeudarse. Hay que tener cuenta que la gente se está endeudando a una tasa superior del 40% anual pero prefirió eso sabiendo que esta en las últimas oportunidades de cambiar el vehículo en una tasa fija. Es una tasa muy alta pero sigue siendo fija. Creo que uno de los próximos desafíos que tendremos los concesionarios es tratar de bajar un poco las tasas, para que se mantengan fijas y no pasen a ser variables a partir de determinados plazos, que eso iba a ser más grave”.Comentó que los vehículos de menor gama “siguieron en aumento normal, de alrededor de 14 o 15% anual. Tenemos vehículos de inicio de gama en 85 mil pesos, que es el Renault Clio”.Estimó que cuando enero “arranca de esta manera, las expectativas son buenas. Tenemos que ser conscientes que fue un envión por una situación puntual: la gente se apuró e invirtió lo que tenía guardado. Pero viendo la situación del dólar, creo que el auto sigue siendo una buena opción de inversión y si se quedan las tasas fijas en pesos, la gente se seguirá volcando a capitalizar con vehículos”.Modo de resguardar el capitalSegún Carlos Seewald, presidente de Seewald Automóviles S.A., el máximo movimiento de vehículos de alta gama se registró en diciembre cuando los clientes se apresuraban a alcanzar un modelo 2014 además de resguardar su dinero sin que la afectara la vigencia del impuesto.Admitió que en la marca Fiat como Citroën “estamos trabajando bien” y a su entender la ciudadanía “se esta resguardando en los autos. Para quien no puede adquirir una propiedad inmueble los autos son una buena alternativa. Un dólar que días atrás se presentaba a 6 y que hoy (por el jueves) está a 8.40, es realmente preocupante porque hay que tener en cuenta que el 80% de los insumos de los autos que se producen en Argentina, son importados. O sea que hay que pagar en dólares y con un dólar a 8.40 va a incidir, los autos van a manifestar subas importantes. Para el que pueda comprar y que consiga que alguien se lo venda, es una manera de resguardar”.A quienes no les alcanza para comprar un auto al contado sugirió que “una buena opción es el plan de ahorro. El dinero se va derritiendo en la mano y de esta manera se va capitalizando”.Al referirse a los vehículos que alcanza el impuesto, recordó que el C5 y el DS5 presentados en Europa “tendrían que haber entrado el año pasado pero por estas cuestiones se fue frenando y ahora ya no lo veremos aquí. El DS4 tampoco llegará al igual que el C4 Aircross que es un modelo nuevo que se lanzó hace poco a través de un convenio entre Peugeot/Citroen y Mitsubishi”.Ante este escenario inestable, serán alternativa los autos de industria nacional producidos con equipamiento de última generación como lo es el C4 Lounge. “Es el mejor auto fabricado en Argentina. Por mucho tiempo no habrá uno similar debido a la tecnología que presenta. Un 65% de sus insumos son de la zona y no depende tanto de Europa lo que hace que sea competitivo. Está al borde de pagar el impuesto pero mientras esto no pase, es la alternativa para la gente que busca un auto equipado y seguro”, aseguró Seewald. Las perspectivasSegún el empresario, para las firmas automotrices como la suya lo fundamental es cuidar el capital. “En esta época, con estos movimientos de precios, con el dólar que se dispara de la manera que lo hace, perder stock es muy problemático porque tenemos que ver si lo podemos recuperarlo. Hay que cuidar mucho los movimientos, ser muy prudentes”, reflexionó. La industria automotriz y sobre todo la comercialización (venta, repuestos, posventa) implica mucha cantidad de personal. “Con posibles aumentos salariales será un año en el que tendremos que cuidarnos, ajustarnos y tratar de preservar a la gente que formamos durante años. Ya no es solo una cuestión laboral sino de afecto. Y eso es preocupante. Si se tuviera que tomar la decisión de despedir gente por una cuestión de que el mercado no nos permite aguantar, realmente seria muy triste. Ojala que no lleguemos
a eso. Creo que no va a ser así. No será una crisis de 2001, será un momento en el que vamos a tener que manejarnos en aguas turbulentas y bastante viento en contra”, reflexionó. A nivel nacional, paró la ventaDe acuerdo con lo que informó el diario Clarín, las concesionarias automotrices dejaron de vender vehículos desde el jueves, como consecuencia de la aceleración en la devaluación del peso. Los autos son uno de los productos más afectados por la escalada del dólar oficial, ya que 60% de las unidades que se comercializan en el país son importadas. El resto de los vehículos que comercializan las concesionarias son de producción local pero, a su vez, contienen aproximadamente un 80% de autopartes importadas, que las terminales automotrices pagan en dólares.Con una devaluación de casi 25% en apenas 20 días, las listas de precios con que se manejaban las concesionarias hasta comienzos de la última semana quedaron desactualizadas: saben que no podrían reponer las unidades vendidas si las liquidan al precio viejo. A la vez, hasta el momento ninguna terminal les comunicó de cuánto será el incremento que tendrán los vehículos desde la semana que viene.“No tenemos un precio de referencia para poder dar a nuestros concesionarios. La orden es suspender todas las ventas y esperar hasta el lunes, a ver cómo sigue todo”, dijo a Clarín el gerente de una de las fábricas que lideran las ventas a nivel interno.En otra automotriz líder procuraron suavizar los hechos, pero admitieron que se mantienen “a la expectativa”.Dentro de la Asociación de Concesionarias Automotrices (ACARA), clientas de las terminales, decidieron suspender preventivamente todas las operaciones de compra y venta de vehículos. “Las terminales nos levantaron las listas de precios, de modo que la orden interna que circuló entre nosotros fue que hay que cuidar el stock de vehículos ”, dijo, en off, uno de los principales dirigentes de esta entidad.Dentro del sector hay no sólo incertidumbre sobre la situación económica en general, sino que además afloró cierta desconfianza entre los propios actores. “Algunas terminales comunicaron que, como las importaciones desde la Aduana habían comenzado a ser liberadas, debíamos vender los autos que teníamos para reponer el stock.Pero ellos mismos todavía no saben cuánto les cobrará la Aduana por nacionalizar esos vehículos”, agregó el directivo de ACARA.El director comercial de una terminal automotriz confirmó esa situación. “Es verdad que estamos ingresando unidades que estaban retenidas en la Aduana. Pero el pago de aranceles es posterior al ingreso de los vehículos. De modo que lo más probable es que la liquidación de esos impuestos sea con un dólar de ocho pesos”, sostuvo.





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